La Baya del Goji (pronunciado Goyi) es una fruta desecada de un color rojo intenso, aproximadamente del tamaño de una pasa y con un sabor que podría asemejarse a una mezcla entre arándano y cereza. Crece en arbustos que pueden alcanzar una altura de 4,5 metros en los valles protegidos por las cordilleras del Himalaya, el Tibet y Mongolia.
Los Hunzas, habitantes de los valles de la cordillera del Himalaya, son conocidos por ser el pueblo más sano y feliz de la Tierra. De hecho, su notable salud y su excepcional longevidad siempre han llamado la atención. Su peculiar resistencia a la enfermedad y al envejecimiento podría deberse a las extraordinarias condiciones en las que viven, a 4.000 metros de altura y sin contaminación de ningún tipo, y a su alimentación.
Existen en Asia abundantes leyendas sobre el Goji. Dichas bayas son tan veneradas, que en todo Asia central se celebra cada año una fiesta en su honor que dura dos semanas, no en vano, es el alimento que utiliza la milenaria Medicina Tradicional China para recuperar el chi o energía vital.
En el Tibet se utilizan desde hace miles de años. Se dice que los primeros curanderos naturales surgieron en el Himalaya, y que compartieron su sabiduría con los antiguos herboristas de China, del Tibet y de la India. Las Bayas del Goji ya aparecen mencionadas en un tratado médico de la dinastía Tang del siglo VII y en un compendio de materia médica de Li Shizhen, de la dinastía Ming, editado en el siglo XVI. Su uso también está muy extendido en la medicina tradicional de Corea, Japón y el Tíbet.
Una fruta maravillosa
Los cultivadores de las Bayas del Goji dicen de ella que es una fruta extremadamente delicada que no acepta ser tocada por mano humana, pues cuando alguien lo hace, transforma su color carmesí en otro muy oscuro, prácticamente negro. Por eso para recogerla, se sacuden las ramas del Goji y sólo las frutas que caen son recolectadas en mallas de bambú para luego ser transportadas, lavadas y puestas a secar y, una vez semideshidratadas, envasarlas al vacío para su comercialización.
En cuanto a su utilización, los asiáticos las comen tal cual, como zumo o formando parte de ensaladas, sopas, cremas o diferentes recetas.
¿Y cuál es su secreto? Pues su composición ya que se trata, según algunos expertos, de una fruta con gran densidad de nutrientes.
Composición
Las Bayas contienen numerosos nutrientes, entre los que figuran:
• 21 oligoelementos.
• 18 aminoácidos.
• Proteínas.
• Betasitosterol.
• 8 polisacáridos y 6 monosacáridos, incluídos los polisacáridos Lycium Barbarum, exclusivos del Goji.
• Fibra.
• Carbohidratos.
• Vitaminas esenciales.
• Un amplio espectro de carotenoides antioxidantes.
• Luteína y Zeaxantina.
• Superóxido dismutasa y Fenilpropanoides.
• Fisalina.
• Ciperona.
• Solavetivona.
• Betaína.
• Ácidos grasos esenciales.
Se pueden tomar sólas o añadidas a otros alimentos como yogur, bebidas vegetales, cereales, zumos, batidos... o formando parte de diferentes recetas. Existe también en el mercado zumo de Goji y cápsulas de extracto.
El Goji en la antigua China
Ya en el Ben Cao Gang Mu, considerado el tratado herbolario chino más célebre y el trabajo sobre materia médica más extenso recopilado por una sola persona en toda la historia, está registrado lo siguiente con respecto al Goji: "Su consumo de manera cotidiana puede regular el flujo de energía vital y fortalecer la mente, los cuales son factores de longevidad". Y en ese tratado, que data de finales del siglo XVI a.C., su autor, Li Shi-Zhen, enumera los usos tradicionales del Goji en la Medicina China y Tibetana.