El tulipán firma un disparo al larguero, una asistencia y un gol en la primera jornada de Bundesliga
El Bayern Múnich ha estrenado la Bundesliga con sufrida victoria ante el Wolfsburgo merced a la notable actuación del holandés Arjen Robben, autor de un gol y una asistencia. El conjunto bávaro ha sido el encargado de abrir el torneo como campeón vigente en una nueva temporada donde los hombres dirigidos por Pep Guardiola son de nuevo los claros favoritos para alzarse con la ensaladera al final de curso.Los muniqueses se presentaron ante su público con un plantilla levemente renovada: cinco bajas -Toni Kroos, Mario Mandzukic, Daniel van Buyten, Diego Contento y Lukas Raeder- compensadas con cuatro altas -Robert Lewandowski, Pepe Reina, Juan Bernat y Sebastian Rode-. A ellos habría que sumar Holger Badstuber, ausente tras 20 meses lesionado y titular en esta cita contra los verdiblancos.
El Bayern saltó con la novedad táctica de situar a tres hombres en la zaga y la responsabilidad del joven Gaudino para organizar el juego local. Un bautismo por todo lo alto en competición liguera. Estos cambios, junto a la personalidad con la que arrancó el Wolfsburgo, colocaron el choque más a favor de los visitantes, sin oportunidades destacadas pero con buenas sensaciones en el cuadro de la Baja Sajonia.
La llegada de la media hora de juego coincidió con los mejores momentos de los azulgranas, con muchos elementos atacando sobre la meta de los lobos. Anunciando lo que parecía inevitable. La enésima internada de Robben, cubierta sin éxito por Luiz Gustavo, concluyó con un centro raso que Müller tocó ligeramente para batir a Grün. El mismo goleador del año pasado; la misma historia del Wolsburgo cuando pisa el Allianz.
La segunda parte comenzó de la mejor forma imaginada para el técnico catalán. Un robo de balón en el primer minuto propició una contra letal donde Lewandowski, y en especial Robben, ejecutaron al equipo de la Volkswagen con un latigazo final del tulipán, culminando otra cabalgada del extremo hacia la portería contraria.
Con todo aparentemente decidido, emergió la figura de Ivica Olic para ajusticiar a su ex equipo y acercar al Wolfsburgo en el marcador. Una volea materializada con violencia por el croata que inquietó la confianza de la hinchada bávara, ya de por sí mermada por la indecisión de Neuer en sus salidas del área. Dicha inquietud se transformó en miedo con el doble disparo de Malanda, cuyo chut al larguero y posterior rebote se perdió de forma inverosímil por línea de fondo en una rocambolesca acción.
La incorporación de Rode al partido sirvió para reforzar la medular y oxigenar a sus compañeros, necesitados de aire tras un segundo acto cargado de emociones y con visos de pretemporada para muchos de los integrantes. Excepto para Robben, quien pudo cerrar su notable noche con un zurdazo que escupió al larguero.
Fuente: http://www.goal.com/