BBF#111
Me está encantando esta última entrega (hasta el momento). Lo cojo a ratos sueltos, por motivos obvios, pero cómo lo estoy disfrutando. Te hablaré de él en la primera semana de diciembre. Nos seguimos leyendo.
La noche apestaba a hombre.
El cambiapieles se detuvo al pie de un árbol y olisqueó, con el pelaje pardusco moteado de sombras. Una ráfaga del viento que soplaba entre los pinos llevó hasta él el olor del hombre, por encima de otros más sutiles que hablaban del zorro y la liebre, de la foca y el venado, incluso del lobo. Sabía que estos también eran olores del hombre: el hedor de pieles viejas, muertas, agriadas, casi sofocado por otros más intensos: los del humo, la sangre y la putrefacción. Solo el hombre despojaba a otras bestias de su piel y usaba sus cueros y pelajes para vestirse. (“Danza de dragones”, George R. R. Martin)