La cotización del BBVA salvó finalmente su directriz alcista (de milagro) y, de momento, en el corto plazo parece que confirma un cambio de tendencia. Sin embargo el contexto general nos obliga a estar pendiente de los recientes mínimos en su cotización por si regresa el deterioro de precios.
Eso si, en el cortísimo plazo sería mala señal ver precios de cierre bajo los 4,86 €.
Por otra parte avances por encima de los cercanos 5,16, pero sobre todo de los 5,40 € confirmarían cambio de sesgo en la actual fase de recortes.