Revista Cultura y Ocio

Be my Valentine

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Be my Valentine
      Pues ya está. Ya hemos llegado a una de esas fechas que los calendarios nos obligan a conocer y las tiendas pobladas de corazones a no olvidar. Ya llegó San Valentín con sus formas redondas e infantiles (nunca he entendido bien que me pongan a un niño en pañales para intentar convencerme de tener una noche de cena, lencería y... ¿pañales? ¡Por favor!) y supongo que toca hablar de letras para esta fecha. 
     Este año quiero mi San Valentín y se cómo lo quiero. Y, sobre todo, se como no lo quiero. No quiero que venga en helicóptero porque la ventolera me despeina, no quiero que sea empalagoso, ni un vampiro, ni un estirado y por supuesto, tampoco un Highlander hormonado. Y si soy sincera, no lo conozco, pero no me atrae demasiado la idea de un tal Gregorio. Prejuicios supongo.
     Mi Valentín es de letras precisas y a ratos contundentes. Sabe perfectamente que Sexus, Plexus y Nexus forman la trilogía adecuada para trazar el camino hacia Trópicos más cálidos, ya sean de Cáncer o de Capricornio. Sabe que La sonrisa vertical también es la que se forma en los labios con la cabeza aún posada sobre la almohada pensando que hay posturas del Kamasutra que están concebidas para reír o, si acaso, para algún valiente integrante del Circo del Sol (y sólo cuando llevan arnés). Conoce, como no podía ser de otro modo My secret Life y La filosofía del tocador, al menos del mío. Recuerda cuantos eran los años de Las edades de Lulú y se deja embaucar de forma consciente por Cantos de Sirena.
     Sabe que Venus es algo mas que un planeta, o un monte puestos a pedir, y también que Sacher-Masoch es un autor cuyo éxito quedó rápidamente eclipsado por el término que acuñó. Conoce los secretos de Anaïs Nin y de Lolita, los de Emmanuelle y de O y también sabe que quedan muchos otros por descubrir.
     Decían no hace mucho que la literatura erótica estaba de moda. No voy a decir que no, pero siempre hubo literatura erótica como puede verse un poco más arriba. Todos conocemos La sonrisa vertical y hoy me pareció un buen día para recordar que existe. Porque es San Valentín y a mi no me gustan los bombones. Así que como regalo quiero una lista de aproximadamente 69 cosas. A saber; un bombín, una carretilla, una mesa de centro, un par de candelabros, una tortuga coja... Reconozco que la mitad ni las conozco pero prometen dar como mínimo para un buen rato de risas. Y siempre me ha gustado reír.
     En fin, que os deseo un feliz día si lo celebráis y un feliz día si no lo celebráis. Por mi parte es jueves. Sin mas. Y a vosotros, ¿os gusta San Valentín?
     Gracias
     Espero haberos hecho sonreír en algún momento, y recordad una cosa. Da igual si lo celebráis o no, lo importante es que no se nos olvide si lo celebra la persona con la que convivimos. Porque en caso contrario pueden pasar estas cosas (el vídeo es de un anuncio publicitario con contenido no apto para menores o cardíacos):


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