Quienes nos partimos de risa con Mr. Bean en la serie homónima pudimos seguir disfrutando de sus desventuras con este largometraje que sirvió como presentación para los espectadores americanos. Hay que reconocer que una trama de tanta duración con una estructura narrativa tradicional no ayuda a potenciar el estilo humorístico que caracteriza a este personaje, pero aún así lograron encajarlo con el suficiente acierto para que funcionara en una película que va de menos a más, y que es capaz de sorprendernos en su desenlace con una nueva, inverosímil e impagable sacada de manga de su protagonista. En conclusión, si somos conscientes de las limitaciones del formato, da lo que se espera de ella.
Mi puntuación: 6/10