Beato Hermann el Paralítico, monje. 24 de septiembre.
Nació el 18 de julio de 1013, en Saulgau junto al lago Constanza. Era hijo del conde Wolfrad II de Altshausen. Poco después de su nacimiento, enfermó gravemente de una infección en la médula espinal y aunque sanó, quedó paralítico y sin poder hablar. Solo con mucho esfuerzo logró mover la mano derecha para las funciones ordinarias y luego para escribir.
A los siete años, sus padres encomendaron su educación a la abadía benedictina de Reichenau, donde fue discípulo muy querido del abad, el Beato Benno de Osnabrück (20 de noviembre). En 1043 profesó como monje, a pesar de su minusvalía, pues su piedad, caridad y claridad de mente eran muy queridas a la comunidad. E hicieron bien, pues Hermann fue un eminente escritor, teólogo, astrónomo, matemático, músico, historiador y era versado en varias lenguas. Escribió una "historia del mundo", partiendo de Cristo hasta 1054, cuando murió, siendo continuada por su discípulo Bertold. Se le atribuye la autoría de la "Salve Regina", que habría compuesto con ocasión de la visita del papa San León IX (19 de abril) a la isla de Reichenau, y del "Alma Redemptoris Mater". Asimismo compuso hermosos oficios litúrgicos a Santa Afra (5 de agosto) y a San Wolfang (7 y 31 de octubre).
Murió Hermann el 24 de septiembre de 1054, con solo 41 años. No consta culto público, pero sí que los monjes veneraron su sepulcro y memoria durante siglos. En 1863 se confirmó su culto, pudiendo venerársele públicamente como beato.
A 24 de septiembre además se celebra a San Gerardo, obispo y mártir.