Revista Cultura y Ocio

Beatos matrimonio e hija

Por Santos1
Hoy traigo unos beatos unidos por los lazos familiares, que son, de hecho, los que los han elevado a los altares a todos. O sea, que han sido ese cristerio antiguo de “consanguinidad santa”, más que la ejemplaridad de sus miembros. Son:

Beatos matrimonio e hija

Beata Richezza de Polonia

Beatos Ehrenfried de Lotharingen, Matilde de Alemania, esposos; y su hija Richezza de Polonia. 21 de mayo.
Ehrenfried, llamado también Ezzo, nació en 955, y era hijo de Herman I, conde de Lotharingen, alrededor de 955. De niño se educó con San Ulrich de Augsburg (4 de julio), que le inculcó la piedad junto con las letras y las ciencias. Joven se casó con Matilde del tercera hija de Otón II, emperador del Sacro Imperio Germánico, y el suyo fue un matrimonio por amor y feliz. Matilde había nacido en 979, y fue educada esmeradamente en la abadía de Essen y de ella salió para casarse, a pesar de la primera oposición de su padre, que no veía al conde Ehrenfried con rango suficiente para ser esposo de una princesa imperial. Por otro lado, la abadesa y tía de Matilde, la quería como sucesora en la abadía, pero venció el amor y el afán de los jóvenes y finalmente se casaron.
Este matrimonio le convirtió en un poderoso noble, situación que no empleó, contrariamente a otros, para envilecerse ni ser un déspota, sino todo lo contrario. Dotó a su territorio de estabilidad y prosperidad. Así mismo con la dote de Matilde y las herencias de su padre, amplió y consolidó sus dominios con varios condados en la actual Francia, Suavia, etc. Luego de hacer una peregrinación a Roma con Matilde, mandó construir, en 1024, la abadía de Brauweiler, destinada a acoger los enterramientos de los miembros de la familia condal. Y de hecho, la primera en ser enterrada fue la beata Matilde, su esposa, en 1025. En 1028 fue consagrada la bellísima iglesia abacial.
Los problemas le vendrían con Enrique II, sucesor de Otón III, que le reclamó condados pertenecientes al imperio, pero que Ehrenfried quería mantener por ser herencia de su esposa. Finalmente, viéndose Enrique necesitado de apoyo militar, hizo concesiones a nuestro beato, reconociendo sus derechos de herencia, a cambio de que Ehrenfried renunciara a su puesto en la línea de sucesión del Imperio. Aún así, sin derecho a heredar la corona imperial, siguió siendo el hombre más poderoso después del emperador. Finalmente murió en 1034, y fue enterrado junto a Matilde. Sus tumbas se convirtieron pronto en punto de fervor patriótico y de ahí pasó a fervor religioso, sin que conste el momento exacto en que comenzaron a ser venerados y las reliquias elevadas. En el siglo XV ya tienen oficio litúrgico propio.
Tuvieron varios hijos, entre ellos Hermann, arzobispo de Colonia, y Richezzam que sería reina de Polonia. Las demás hijas, 4, serían abadesas de prominentes monasterios de los condados de su padre y del Imperio: Gerresheim, Nivelles y Neuss, entre otros. Y, como nadie es perfecto, también tuvo Ehrenfried un hijo con una amante, siendo viudo ya, que sería abad de Gorze.
La princesa Richezza, que también nos ocupa, nació en 989, y en 1025 se casó con Mieszko II de Polonia. Tuvo que padecer la persecución de sus cuñados Otto y Bezprym, príncipes de Polonia, que desafiaron el reinado de su hermano, el cual tuvo que huir a Bohemia, donde fue apresado y castrado. Mientras, Richezza y sus hijos se refugiaron en  Alemania, junto a su abuelo el emperador. El príncipe Bezprym pactó con el emperador a cambio de convertir el reino de Polonia en ducado dependiente del Imperio. Otón aceptó, pero Mieszko, pudo armar un complot y asesinó a su hermano traidor. En 1032, el emperador Conrado II dividió Polonia en tres ducados, dividiédolo entre Mieszko, su hermano y un primo. Ese mismo año Mieszko se rebela al emperador y reúne Polonia, coronándose rey. Conrado comienza una represión contra los polacos, capturando a Mieszko y asesinándole en 1034. Richezza nunca más vio a su esposo y fue forzada a divorciarse de él, jamás volvió a Polonia, aunque el emperador le permitió mantener su título de reina de Polonia.
Regresó adonde su padre, que le otorgó el condado de Saalfeld, desde donde organizó la oposición a su propio hijo Casimiro, que era rey títere de Polonia bajo los mandos de Conrado II. Fracasada esta revuelta, luego de la muerte de su hermano, durante los funerales en Brauweiler, Richezza de despoja de todas sus joyas en el altar proclamando que en adelante viviría en austeridad y pobreza, recluida como una religiosa. Murió en Saalfeld, el 21 de mayo de 1063. Fue enterrada en la iglesia de Santa María de Colonia, y no en el mausoleo familiar en Brauweiler, por su expreso deseo. Su hermano Hermann, arzobispo de Colonia promovió su culto.

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