Revista Opinión

Beautiful

Publicado el 21 septiembre 2019 por Carlosgu82

En una gran pantalla, en un gran edifico de Japón y otra en Estados Unidos, pasaban el vídeo de una banda muy conocida mundialmente, tanto por la hermosa chica que cantaba como por la música en total. La canción es muy conocida por tener una letra llena de dolor y porque la voz de la chica es única y hermosa, el sonido del piano era tan hermoso y luego un juego de otros buenos instrumentos se unieron, nadie podía creer que existiera una voz como esa, tan angelical y pronto se hizo escuchar junto a los demás instrumentos.

ADIOS.

Adiós te digo el día de hoy,

ya no puedo soportar más este dolor

de seguir creyendo en una promesa,

que al final no se cumplió,

ya no puedo esperar ni soportar más dolor.

Adiós porque mi voz no alcanza el cielo

adiós porque ya no puedo mas

al estar cerca de ti, mi dolor aumenta

ya no puedo creer más en mi

porque la que siempre mintió fui yo.

No puedo pretender un día más saberlo todo

cuando en realidad no sé nada,

no creo poder seguir más lo que hago,

no se si me amas, pero …

ten por seguro que te buscare

dime donde estas.

Dime ¿Dónde estás? … que te iré a buscar

si te encuentro te traeré conmigo otra vez

vuelve a mi corazón,

quiero que te quedes conmigo siempre

Adiós … esa palabra, nunca me digas adiós.

Muchas personas alrededor del mundo estaban viendo el nuevo vídeo, tanto en Japón como en Estados Unidos, estaban hablando sobre el famoso vídeo, la chica de hermosa voz y de todo.

—¡Wow! Esa banda es nueva, ¿verdad?

—Si, se llama: ¨The limit of your lie¨.

—Esa chica es asombrosa.

—Ella es hermosa y asombrosa.

—Es verdad.

Esos eran algunos de los comentarios que tenia la gente respecto a la hermosa chica y a la banda general, pero incluso entre esa gente, el pasado estaba ahí presente y no los dejaba escapar.

—Esa chica es Ritsu.

—Es Ritsu, lo se … Ella —lagrimas comenzaron a bajar por los ojos, de la persona que estaba de pie viendo fijamente como la chica en el vídeo estaba sonriendo.

—Ryou, cálmate, no sabemos si en realidad es ella —Comento una chica de cabello largo, alta y con ojos ligeramente achinados, llamada Mizuki.

—Ella luce diferente, ¿No es cierto? — Contesto una chica de cabello corto, alta y de iguales características que la primera, ambas siendo gemelas y su nombre Misaki.

EL INICIO DE TODO.

La vida te da a escoger entre dos caminos:
El camino largo y difícil y el camino corto y fácil, a la vez estos caminos abren puertas entre las cuales tu y solo tu debes elegir cual de todas esas puertas que se presentaran ante ti abrirás.

Al igual que puedes encontrar puertas y caminos encuentras también diferentes tipos de sentimientos y diferentes y diversos tipos de personas; en tu camino estas personas entraran y saldrán de tu vida, pero solo estas personas sabrán si quedarse o salir de tu vida o simplemente tu eliges a quien quieres en ella.

Ritsu en ese momento era muy pequeña, para entender ese tipo de cosas y no le dio la importancia correcta, pues nunca supo si las personas en realidad la amaban o la odiaban.

—¡Date prisa, es hora de irnos! —Grito una joven mujer a su hija, impaciente, por lo lento que esta estaba arreglando sus cosas, por alguna razón ella siempre estaba enojada.

—¡Dense prisa, siempre estoy perdiendo mi tiempo con ustedes dos! —Grito también un joven hombre al pie del cuarto de la habitación.

Por alguna razón, ellos siempre estaban peleando, el papá siempre era furioso y le gustaba gritarle a ella o a su madre, siempre le daba mucho miedo, pero es lo normal para Ritsu y a lo que podía llamar: ¨Familia¨.

Su nombre completo es Veronica Ritsuko Yamada Bellini, de descendencia Japones por parte de su padre y  de madre Italiana, sus padres se casaron a los 18 años y a los 3 meses de casados se enteraron que ya no seria los únicos en la familia.

—¡Niños!, trabajaran de la pagina 15 a la 23, en su casa —Dejo de tarea la maestra de primer grado a lo que todos los alumnos se dedicaron a gritar:

—¡Si, maestra!

—Veronica, ¿Que esta haciendo? —Pregunto confundida la maestra, al ver a una de sus estudiantes haciendo desde ya la tarea y no en su casa como lo habia dicho ella.

—La tarea maestra —Respondió la niña, con su usual rostro inexpresivo.

—La tarea es para la casa —Exclamo la maestra de nuevo para todos los estudiantes.

—Lo se, lo que pasa es que mamá y papá no están, así que trabajo aquí para que usted me explique lo que no entiendo —Explico la niña, a lo que algunos de sus compañeros comenzaron a murmurar.

—Ella es una engreída.

—Si, es verdad.

—De seguro no la quieren en casa.

No parecían ser comentarios que niños inocentes de 9 o 10 años dijeran, y estaban siendo irrespetuosos.

—¡¿Que les importa?!, deberían preocuparse por sus cosas —Respondió Veronica a los comentarios maliciosos de sus compañeros, pero al parecer no fue suficiente.

—Se nota que no la quieren.

—Personas no deseadas, deberían no existir.

La maestra pensando que todo iba a detenerse, no había respondido, pero al notar que no se detenían y que la niña tenía lágrimas en sus ojos, decidió meterse.

—¡Niños! no deberían decir eso.

Pero los niños comenzaron a reírse, haciendo sentir peor a Veronica, quien salió corriendo con abundantes lágrimas en sus pequeños ojos rasgados, iban tan ocupada pensando en qué lugar hacerse bolita que no notó que alguien venia y se chocó con él.

—¿Estas bien? —Pregunto preocupado un niño muy lindo y de facciones angelicales.

—Lo siento—contesto apenada.

—Yo también, no me fije venia distraído, Veronica.

—¿Me conoces? —Pregunto confundida al niño frente a ella.

—Claro, soy tu compañero Maximiliano, mucho gusto, es la primera vez que hablamos —dijo tendiéndole la mano a Veronica, quien la tomo y dio un apretón en forma de saludo.

—Tienes razón —comento cuando recordó que de hecho ese chico era su compañero de clases y que se sentaba atrás de ella.

Veronica pensó que ese niño era muy amable y que podría ser su amigo, desde ese día el niño le decía que le gusta, pero ella no entendía nada. Al parecer iría de viaje al país natal de padre y por ende el suyo, así que sería transferida.

—Hoy es el último día de su compañera Veronica con nosotros —comunico la maestra a todos sus estudiantes.

—¿Te vas?

—¡No, ¿Por qué?!

Esas eran algunas cosas que gritaban con verdadera lástima sus compañeros, porque después de 7 meses ellos se habían acostumbrado a la personalidad de Veronica, quien secretamente sabía que los extrañaría a todos. Todos estarían en sus mente, pero había solo una persona a la que guardaría en su corazón y esa persona era Max, quien había sido la primera persona en decir que le ama.

—Se que es la última vez que te lo diré, Veronica tú me gustas, te amo — exclamo Max, convencido de sus sentimientos.

—Max la verdad es que no te entiendo sé que no nos volveremos a ver pero … puedo hablarte y permanecer en contacto contigo, dame tu número, para que podamos hablar —dijo Veronica con su siempre habitual rostro inexpresivo, pero con ojos brillantes, algo que nadie puso debida atención.

—Sabía que dirías eso —contesto Max, antes de salir corriendo.

Sus compañeros le dijeron que era una lenta y que había roto el corazón de Max, pero la verdad es que ella no entendía de lo que ellos hablaban.

En casa sus padres siempre estaban enojados y gritando, pero se sorprendió al ver solo a su madre.

—Ve a tu cuarto y haz tus maletas, mañana nos vamos —Espeto su madre con dureza.

—Si, mamá —respondió con mucho respeto.

—Ya estoy en casa —escucharon gritar al hombre del hogar.

—Bienvenido —respondieron madre e hija.

—¡Les he dicho que no vengan a recibirme, sobre todo tu Veronica! —grito rojo de la furia el hombre, tomando fuertemente de los cabellos a su hija, haciendo que esta soltara un chillido de dolor.

—¡Lo siento papá, no fue mi intención! —grito esperando tener compasión de su padre, pero lo único que obtuvo fue una cruda y fría mirada.

El padre camino hacia una gaveta de su escritorio y de este saco un látigo con los que golpean a los caballos de carrera y comenzó a frotarlo en la pequeña espalda de la niña, luego conto.

—Uno … dos … tres — y sonó el primer golpe, en la casa solo se escuchaban los sollozos de la niña que estaba siendo lastimada y sus gritos silenciosos.

—¡Ya no lo volveré a hacer, PERDONAME! ¡PERDONAME!  —Comenzó a gritar y a sollozar mucho más fuerte, pero los golpes no sé detenían.

—¡Suéltala, la vas a matar! —Se animo a gritar la mujer cuando vio sangre salpicar en la pared.

Y esa fue la primera vez que su padre la golpeo, tenía mucho miedo, él parecía un monstruo. Los latigazos era una medida de enseñar a ser a los niños irrespetuosos lo que era el respeto a sus mayores, un castigo Italiano por parte de la familia de su madre.

—Ven, te curare esas heridas —murmuro su madre con mucho miedo en su mirada y tono de voz —. Tendré que colocar alcohol, muerde esto —dijo dándole un trapo para que no gritara por el ardor que provocaría el alcohol al hacer contacto con la piel lastimada.

Esa fue la primera vez que su madre mostró compasión y que curó sus heridas, llorando de dolor al ver su estado, Veronica soltó una carcajada mental, porque sabía que su madre, más bien lloraba por miedo de que su padre la golpeara como había hecho con ella.

Así fue su historia, sin embrago, no termina ahí, todo pasa por algo en la vida; siempre hay un motivo para todo, y todo viene para el bien y la conveniencia de alguien a eso, le llaman ¨DESTINO¨. Siempre pensó en cosas fáciles por no comprender las acciones difíciles, sabia de todo o parecía saberlo todo, pero en realidad no sabía nada.

Fue así como poco a poco fue comprendiendo que en la vida hay que aceptar lo que pasa, porque lo que pasa en ella, puede ser de varias formas entre ellas están:
En que la vida puede ser cruel o asombrosa; conforme lo que tu piensas o tu forma de vivir la vida.

…..

Desde siempre recordaba haber estado enamorado de ella su nombre, era raro, realmente raro, pero ella era realmente hermosa para tener un nombre raro. Ella era su vecina y por alguna razón ella tenía unos ojos hermosos pero una mirada realmente triste que rompía el corazón de quien la miraba.

Siempre se oían gritos saliendo de su casa, pero nadie sabía lo que decían, probablemente era porque ellos no son de Estados Unidos, pero era realmente aterrador, nunca los vio a la cara, porque sus miradas eran frías y daban mucho miedo, pero ella era diferente. A pesar de tener una mirada fría pero hermosa eso no impidió que esa hermosa chica fuera su primer amor.

La primera vez que le hablo, ella tenía una mirada muy triste más que de costumbre, pero hizo que dejara ese dolor atrás y entonces se confesó por primera vez.

—Siento si te resulta raro, pero… tu…. me gustas —dijo Max.

—Lo siento, pero no te entiendo …—Contesto Veronica.

Eso realmente dolió, pero, aun así, siguió y no se rindió, pues era seguro tal vez lo entendía o era realmente una tonta.

Y así llego su ultimo día y la última vez que la vio y se volvió a declarar.

—Se que es la última vez que te lo diré, Veronica tú me gustas — dijo esperando una respuesta positiva por parte de su hermosa compañera.

—Max la verdad es que no te entiendo.

Esas fueron las palabras que por última vez escucho de su hermosa voz. Esas palabras marcaron su vida y juro que no se enamoraría y lo cumplió.

Han pasado 7 años desde que la vio por última vez y siente haber dejado muchas cosas para estar con ella.

Sus padres quieren regresar a Japón para ponerlo a estudiar en una prestigiosa escuela y por el trabajo de su papá. Y así fue como llego a la prestigiosa escuela
¨OSAKA¨.


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