La naturaleza te da la cara a los veinte...y la vida te dá la cara a los treinta.Coco Chanel.-
Más claro, hechenlé agua.Estuve leyendo por internet sobre la importancia de saber cuál es el tipo de piel que tenemos sobre todo a la hora de comprar productos antiarrugas. A veces no es que la crema, serum o lo que sea no funciona, es que simplemente no es para nosotras y nuestro tipo de piel.
Muchas no saben que en el rostro hay glándulas sebáceas que producen grasa y glándulas de agua que producen agua (hasta acá no descubrí América) y es el balance entre ellas el que decide si una tiene una piel grasa, mixta o seca... que puede variar con el paso del tiempo: embarazos, hormonas locas o factores externos.
Hay 6 tipos de piel según el Dr. Fitzpatrick, para saber bien de qué se trata pueden ver en Wikipedia la escala (click ACA) y también pueden hacer este pequeño test (hagan click en la imagen para ampliarla).
Según él, hay 6 tipos de piel:
- Grasa/con acné
- Seca
- Madura
- Sensible
- Normal
- Mixta
Hay varias formas de averigüar que tipo de piel tenemos: en Lancôme existe el Diagnós Expert, un estudio que determina qué tipo de piel tenemos de una manera seria y confiable-. También hay ptra menra, más casera y simple: primero limpiamos el rostro con una limpiadora suave y la dejamos asi por un rato, sin aplicar ninguna crema. Al cabo de 1 hora y con alguna servilleta o papel tissue y un espejo tenemos que fijarnos dónde está grasa (si es que lo está) o donde está tirante; asi determinamos si tenemos piel seca, grasa o mixta. Las pieles maduras y las sensibles se hacen notar solas: enrojecimientos o arrugas tipo zanjas con manchas varias.
Sabiendo que tipo de piel tenemos es mucho más fácil elegir tratamientos y qué funcionen, como también ayuda mucho definir qué es lo que queremos antes de comprar una crema:
- ¿quiero eliminar arrugas?
- ¿quiero luminosidad para mi piel opaca?
- ¿quiero matificar?
- ¿quiero evitar marcas de expresión?
Bueno, todas esas preguntas tienen que hacérselas antes de ir a buscar una crema. Y si al tipo de piel que tenemos, le agregamos las respuestas a las preguntas seguramente vamos a encontrar nuestra crema ideal.. y asi dejar de echarle la culpa a la crema que no funcionó, porque las que no funcionamos antes (o no sabñiamos qué era lo que buscábamos) fuimos nosotras.