¿Y por qué hago esta introducción? Pues bien, ante todo que quede claro que si hace frío hay que abrigarse (¡de cajón!) pero si tenemos la suerte de vivir en un lugar con unas temperaturas tan agradables en invierno, pues no hace falta pasarnos con el abrigo y sobre todo, no creo que sea necesario sobreabrigar a nuestros bebés. He visto mamás que llevaban a sus hijos abrigados como esquimales, metidos en un saco dentro del cochecito y además con el cobertor o burbuja de plástico con una temperatura casi primaveral. ¡Por favor, que se te va a cocer el niño!
Y lo digo yo que soy friolera de las que duermen con camiseta de algodón y calcetines de lana, que si tengo que salir a la calle con gorro, bufanda y guantes, voy fantástica, pero
"Si una mamá va abrigada solo con un abrigo, sin bufanda, ni guantes, ni gorro, porque hace una tarde muy agradable... ¿por qué lleva a su hijo tapado como una momia, con un anorak que parece el muñeco de Michelin sin poder moverse, además lo mete dentro de un saco y pa colmo le pone el plástico, si no llueve ni hace viento ni ná?".Y en un arranque de imaginación chorras, visualicé a esa mujer tapada hasta las cejas, con bufanda y manoplas y con un plástico a modo de capuchón encima cubriéndola mientras camina por la calle. Me entró la risa floja con la tontá.Y resulta, como no, que Google también te muestra publicaciones e imágenes jocosas al respecto, que se cachondean de las mamás primerizas, porque además de nuestras abuelas, somo quienes más pecamos de sobreabrigar a nuestros hijos. ¡Qué le vamos a hacer! Somos carnes de cañón por nuestro afán de protección.En la revista El Jueves, hace ya unos años publicaron un estudio (nada serio, por supuesto) que revelaba el verdadero significado de algunas palabras en lengua inuit (la de los esquimales), como anorak que en realidad significa "niño sobreabrigado por su madre".Y ahora confesad ¿vosotras sois de las que sobreabrigáis a vuestros hijos? ;-)Espero haber aportado un poquito de humor a este inicio de semana.Un abrazo.
