¡Bebé en casa!

Después de nueve meses de espera por fin tienes a tu bebé en tus brazos, con su llegada te llenas de grandes ilusiones, pero también de inquietudes y miedos. Pronto te das cuenta de que no es tan sencillo alimentarlo, darle de comer, bañarlo, y en general ayudarlo a que se adapte a su nueva realidad, lo que te puede causar ansiedad. A continuación, te damos unos consejos para que los primeros días en casa con tu bebé sean menos abrumadores para los dos.

1. Dedica tiempo para afianzar la relación con tu bebé y que se acostumbre a tu presencia. Háblale, míralo de frente cuando lo tengas en tus brazos y cántale.
2. Cuando tu bebé lloré guíate por las causas más comunes: hambre, sueño o pañal sucio. Si no puedes descubrir con facilidad la causa del llanto, no te sientas incapaz, frustrada o incompetente, esto se dará con la práctica.
3. Es probable que las primeras semanas tengas que despertar y motivar a tu bebé para alimentarlo. Intenta dejarle solo el pañal y frotarle suavemente su cabecita o la espalda, mientras le hablas.
4. Si tu bebé se pone inquieto o irritable mientras come, o al terminar, podría ser una señal de que necesita que lo ayudes a eructar. Procura ser delicada, masajéale la espalda en movimientos circulares o dale palmaditas suaves.
5. Los primeros días será fácil mantener limpio a tu bebé. Con una toallita humedecida puedes limpiar suavemente entre los pliegues de piel del cuello y otras áreas. No olvides limpiarle la zona del pañal.
6. Al momento de dormir, procura ponerlo boca arriba y no lo tapes mucho, esto evitará el riesgo de muerte súbita. Además, cuando duerma durante el día, no hay que evitar los sonidos habituales de la casa, ya que el bebé debe acostumbrarse a que en la casa las actividades siguen a pesar de que él duerma. Así lograrás que tu bebé concilie el sueño fácilmente.
7. Por último, debes estar pendiente de ciertos signos que puede presentar tu bebé y que podrían necesitar atención de un profesional. Entre estos se encuentran: sangrado, fiebre, hipotermia, llanto débil, cambios en el color de la piel y dificultad para comer o respirar. Pero lo más importante, cree en tu instinto materno ¡nunca falla!

Sin duda, tener a tu recién nacido en casa es un gran cambio para tu vida, es probable que necesites de varios días para acostumbrarte. Sé amable y comprensible contigo misma, recuerda que también es una etapa nueva para ti y si necesitas ayuda acude a otras madres que te pueden aconsejar desde su experiencia con sus hijos.