El pasado 30 de mayo el noticiero del canal peruano ATV informaba acerca de la muerte de un bebé, de seis meses de edad, durante la realización de una resonancia magnética en una clínica del residencial distrito de San Isidro, en la capital peruana. Los familiares atribuyen la muerte del pequeño paciente a un exceso (sobredosis) de anestesia. Uno esperaba que los periodistas de esta televisora tomaran las declaraciones del anestesiólogo involucrado, a fin de llegar a la verdad, a fin determinar si hubo o no "sobredosis". Lamentablemente, como es costumbre en el Perú, en casos de mala praxis que tienen que ver con la anestesia el especialista implicado nunca da la cara, nunca declara qué sucedió, dando como resultado que el público adjudique a la anestesia "efectos letales" que en realidad no tiene y crea que los anestesiólogos, al no saber multiplicar ni dividir, administramos alegre y locamente dosis de anestesia al por mayor.
Este caso nos interesa sobremanera, lo estamos siguiendo, y les contamos que, hasta el momento de la publicación de este post, no tenemos la versión de los hechos del especialista que atendió al bebé.
La resonancia magnética ( RM) es un método de imagenología médica muy útil para el diagnóstico de diversas enfermedades. No es doloroso, pero requiere inmovilidad total del paciente durante su realización, muchas veces por tiempos prolongados, como 45 minutos. En este sentido la mayoría de pacientes adultos pueden colaborar con el procedimiento, pero los niños pequeños no van a poder quedarse quietos, impidiendo así la obtención de imágenes diagnósticas óptimas, y van a requerir sedación o anestesia para completar el estudio.
En la sala de RM se activa un poderoso campo magnético que atrae objetos ferromagnéticos. Por tal motivo, como primera indicación, quienes participamos en el evento estamos prohibidos de llevar anillos, relojes, celulares, o sea, objetos que pueden "volar por el aire" y actuar como proyectiles en el ambiente, al ser atraídos por el imán del resonador. De lo anterior se desprende que máquina, monitores y otro instrumental de anestesia ubicado en la sala tiene que ser de material NO FERROMAGNÉTICO, si no fuera así, estos serán colocados en una habitación adyacente, con extensiones (tubos, cables) adecuadas a la situación.
Durante la RM no sólo se deberá tener cuidado de los comunes efectos indeseables de los anestésicos (depresión respiratoria, hipotensión arterial, bradicardia y otros, muy manejables en manos de un anestesiólogo competente con el paciente muy bien monitorizado), sino también de posibles reacciones alérgicas a las sustancias de contraste).
Antes de afirmar que la causa de la lamentable muerte del niño fue una "sobredosis" de anestesia (pudo tal vez ocurrir una reacción alérgica al contraste), me permito sugerir a los señores periodistas que investigan este caso:
1. Indagar si la sala de RM de la clínica contaba con el equipo necesario (máquina de anestesia, monitor de funciones vitales, oxímetro de pulso, instrumental y drogas de reanimación) para la realización del estudio bajo anestesia general . En un niño de siete mese no está indicada la sedación,
2. Tomar las declaraciones del (la) anestesiólogo(a) implicado(a). Sólo él o ella sabe en verdad qué sucedió.
De nada.