Revista Opinión

Bebé(s) a bordo

Publicado el 20 marzo 2012 por Atandocabetes
Ya sabíamos que el coche del Ayuntamiento, ese Audi que tiene más años que un saco de almanaques, hace tiempo que no pisa nacionales ni autovías, y que poco se mueve del pueblo. Mientras que antes volvía de algún despacho con un convenio o una subvención para Marmolejo en la parte de atrás, ahora vuelve de alguna casa con una silla de montar bebés. 
A no ser que exista algún miembro del equipo de gobierno que tenga tales dimensiones, nos parece cuanto menos bochornoso que se utilice el coche oficial del Ayuntamiento para motivos privados patéticamente evidentes. 
Ya no sólo es que se utilice el coche del Ayuntamiento para uso personal, sino que además no se cumple con el horario de un trabajo por el que se percibe un sueldo bastante codiciado hoy en día. Estar a las dos en la puerta de un colegio (y no queremos decir que no se cumpla con las obligaciones familiares), y luego no tener tiempo para recibir a un vecino que se siente en la necesidad de contar como último recurso su problema a quien maneja el Ayuntamiento, es cuanto menos vergonzoso y un claro ejemplo de irresponsabilidad y poco compromiso con sus ciudadanos, demostrando que le importa una ............... los problemas de sus vecinos.
En el trabajo hay que estar cuando hay que estar, y mientas que se está, hay que cumplir con todas y cada una de nuestras obligaciones. Y la obligación MÁS importante de un alcalde es ESCUCHAR y DAR SOLUCIÓN a los problemas de la gente, porque si van a contarlos a un señor que no conocen de nada no es porque les apetezca, sino porque no les queda ninguna otra posibilidad.
Ahora el Ayuntamiento se ha cerrado al ciudadano para abrirse al papeleo improductivo, para cualquier cosa hay que echar una solicitud que es contestada a los cuantos días, y en el caso de las licencias de apertura de locales o de obras a los cuantos meses, después de pasar por una comisión de gobierno por la que cada concejal se embolsa 380 €. 
Para hablar con el Sr. Soriano, el mismo que decía que los ciudadanos eran la piedra angular de su proyecto, hay que pedir cita con varios días de antelación, y una vez que te toca, te hacen esperar de pie en las escaleras, ¿y luego para qué? Pues luego te dicen buenas palabricas, te vas medio contento, y al poco tiempo te das cuenta que no ha servido para nada porque ni siquiera te han hecho caso. La crisis se agudiza, los problemas aumentan, y cada vez va menos gente al Ayuntamiento, allí no te escucha nadie.
Si el Sr. Soriano no hiciera todo esto, nadie le reprocharía que se fuera en horario de trabajo a cumplir las obligaciones familiares que le apetezca y con el coche que quiera.

BEBÉ(S) A BORDO
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