Me acabo de inventar (supongo) el término después de pasar un rato con una amiga, de la que ya he hablado, y su bebé de mes y medio, que es un bendito.
Me lo contaba ella y costaba creerlo, desde mi perspectiva de madre del Chiquinini. Pero lo he comprobado yo misma: que niño tan tranquilo! Alguna vez escribí sobre si mi hijo fue un bebé de alta demanda. No sé si cumplía exactamente el patrón, pero desde luego era absorbente al 100%.
El hijo de mi amiga es todo lo contrario. Madre mía, ¡si es como tener un muñeco! Duerme y come, come y duerme. Y nada más. Se queda bien en brazos bien en su cunita, tan tranquilo. Su mamá puede seguir atendiendo a la hermana, jugando con ella, haciendo algunas tareas en casa, etc.
Me dijo que la clave para manejar la situación tan bien era "organización y madrugar". ¡Madrugar! ¡Pero si llevo dos años y medio madrugando!, que el Chiquinini es como una alondra, que no duerme más allá de las 7 ni equivocándose.
Yo creo que "la clave" está en varios factores, pero obviamente el hecho de que el recién nacido sea más o menos tranquilo, y más o menos dormilón, marca una grandísima diferencia.