En relación con esta reflexión de hace unos días, sobre lo indefenso que es un bebé humano al nacer, el otro día escuché algo en la televisión. En una especie de documental-película se hablaba un poco de antropología. Al parecer con la evolución del homo sapiens y al hacernos cada vez más listos ( se supone…) el cerebro del hombre y del feto fue creciendo. Pero no así las caderas y el cuerpo de la mujer ( otra vez la duda de si la naturaleza es tan sabia) , de modo que para posibilitar el alumbramiento el embarazo se acortó y los bebés fueron en cierto modo todos prematuros.
La historía seguía diciendo que en consecuencia la hembra tenía mucho más trabajo para cuidar de su cría y no daba abasto con otras tareas.
Parece que en ese punto se detuvo la cosa, porque a día de hoy sigue sin darse abasto con un recién nacido. Ya he comentado en alguna otra ocasión cómo admiro a aquellas madres que tenían tanta prole y seguían con las tareas de la casa, el campo, etc. Increíble. Yo con mi baja maternal y dedicándome sólo a mi bebé, las primeras semanas no era persona…¿Seré muy flojilla?
La verdad, ser mamá es todo un trabajo. Podéis leer lo que escribe al respecto la mamá de Mateo. O lo que cuenta Lulu, que creo que igual que yo llega muchos días al trabajo ya cansada...