Revista En Femenino

Bebés y sueño

Por Amormaternal
Bebés y sueño
No sé si les ha pasado a ustedes, pero desde que descubrí el colecho, me dan ganas de decirle a todas las mujeres embarazadas que se cruzan por mi camino -sobre todo si están de baby shopping en un gran almacén- que por favor no compren cuna, moisés, ni ningún artilugio para colocar al niño a dormir. Sin embargo hasta ahora he logrado abstenerme de hacerlo.
Lamentablemente lo aprendí un poco tarde, mi mamá nos regaló una linda y práctica cuna, plegable, de viaje, con el colchón que vibra, que se puede poner a distintas alturas, con sonidos de la naturaleza, música clásica, luz ténue, móvil de animalitos, cambiador y unas prácticas ruedas para poder rodar la cuna a otra parte de la casa de ser necesario. ¿Necesario? jeje... ingénua de mí. Mi hijo no ha dormido ni una noche en esa cuna :D (sorry Mom)
Los niños no duermen en cuna, y ¿por qué habrían de hacerlo? Perdonen si suena crudo, no pretendo hacer sentir mal a nadie, pero las cunas parecen mini jaulas, o pequeñas cárceles. Sé que suena un poco dramático, pero piénsenlo, los niños están allí solos, no pueden salir ni entrar por sí mismos, ni sentir el cuerpo caliente de mamá, ni acurrucarse, ni montarnos una piernita o un bracito encima mientras duermen (¡divino colecho!). Los niños están genéticamente programados para dormir en compañía, y "enseñarles" a no seguir ese llamado del cuerpo que nos ha permitido como especie evolucionar hasta aquí, requiere adiestramiento, y ya saben ustedes lo que pienso al respecto...
Otro detalle: ¿conocen el síndrome de la "cuna con púas"? Consiste básicamente en esto: le das pecho al bebé, lo meces, esperas a que esté profundamente dormido, te levantas con cuidado, y piensas colocarlo en su cuna, no has terminado ni de estirar los brazos, el niño aún está a la altura de tu cintura, pero ya está despegado del pecho, ni siquiera ha tocado el colchón y ya está llorando, de nuevo, protestando y pensando: "¡Hey! ¿Me quieres engañar, no? ¿Cómo me vas a soltar con lo bien que estaba dormidito encima de ti?" y de ahí vuelta a empezar: 45 minutos de teta otra vez, a ver si cuando se suelta lo logras acostar. Tampoco funciona... ¿saben por qué?


En fin, el colecho no es complicarse la vida, es hacer lo más simple, rendirse ante la evidencia... es como bien dice Armando, enseñarle a los niños a dormir acompañados, porque al fin y al cabo es lo que harán durante la mayor parte de sus vidas. Y si lo pensamos bien, ¿tiene sentido que duerman solos durante la infancia, que es cuando más necesitan compañía? Y eso sabiendo que los adultos solemos dormir acompañados...
Creo que hay pocas cosas más tiernas, memorables y hermosas que dormir con alguien a quien uno ama, especialmente nuestros hijos.
¿Y ustedes, colechan? ¿Cómo se dieron cuenta de que era buena idea hacerlo?
Foto  © Steve Hix/Somos Images/Corbis

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