Santiago vive en estos días una peligrosa situación contra la actuación de determinadas figuras en otros escenarios que no sea el de Don Alberto Bernabé (Bebeto).
El tráfico de influencia y la ofensiva agresiva ha transformado la fisionomía de la ciudad y su vida nocturna.
No se trata esta vez de una simple competencia contra las actividades o eventos, sino de una guerra de mayores proporciones que ha hecho que algunos artistas reaccionen y otros se intimiden con las amenazas de Bebeto.
Ha desplegado una exagerada presión en ese sentido y ya Santiago prepara una respuesta inmediata a las acciones de es controversial productor de la capital.