Después del rotundo éxito de su predecesora, solamente un año después llegó una secuela que contaba casi lo mismo que la anterior, pero con mayor cantidad de perros y con menor calidad en general. Eso sí, a diferencia de las seis secuelas que la precedieron, y que no pensamos ver, la familia Newton está formada por el mismo reparto, aunque gozan de mucho menos protagonismo en beneficio de unos cachorros, que siendo sinceros, son muy monos. Por lo demás, entretiene lo justo gracias a su escasa duración y a una sucesión de acontecimientos sin pies ni cabeza, que anticipaban el final creativo que no fue tal, de una saga, que como hemos comentado, está formada hasta el momento por ocho entregas, y a saber que nos deparará el futuro.