Una película realmente triste, presentando lo mil veces visto, con muy buen gusto y tacto, a pesar de esa sensación de desasosiego que genera. Un reflejo de los diferentes puntos de vista de la vida: la alegría o la tristeza, siendo los dos válidos y sólo importando como actúes o como resuelvas las situaciones en las que te encuentras. Por una parte una historia familiar cruda, muy real, pero llegado el último momento, la felicidad hace acto de presencia. Por otro, una relación complicada, interesante, pero siendo el mejor ejemplo de que todo tiene solución si se lucha por conseguirlo. Bravo por Plummer en especial, sin olvidarse del resto del reparto.
Mi Puntuación: 8.3