Béjart Ballet Lausanne en San Luis Potosí, dentro del Festival Lila López

Una ceremonia como prólogo de un sueño en 3 actos, que  vaticinaba un choque de cuerpos. Una fiesta dancística llena de una contextura y precisión única.

El Béjart Ballet  Lausanne, inauguraba uno de los festivales de danza más importantes del mundo, de orgullo potosino y legado inigualable.

Ce que L’amour me dit: El reflexivo nihilismo, bajo los argumentos sonoros de Mahler, eran los sinodales que caminaban en escena mientras se escuchaban los movimientos de cuerpos angelicales, casi celestes dialogar entre sí en una experiencia que pocas veces permite al espectador experimentar la sinestesia. Esto es Béjart, una danza etérea de música y poesía, que paradójicamente solo se logra a través de la plástica de los cuerpos y el movimiento en un grado de perfección y entonación que hasta se vuelve inalcanzable para el ojo espectador.

Uno de los sentimientos más complejos del ser humano trazados en aristas infinitas de organismos humanos que replican la complejidad de la naturaleza. El Ícaro que vuela y cae una y otra vez, que desprecia el sentimiento de derrota en el amor y los desdenes de la vida, pero que saborea las melancolías y sus fantasmas que se vuelven segunda vida en la memoria. “Así hablo Zaratustra”, en la cosmovisión dancística de Maurice Béjart.

7 danzas griegas: Tras haber experimentado uno de los sentimientos más complejos del hombre descrita en el idioma de los cuerpos que dialogan con el espacio. El Béjart Ballet Lausanne, ante un público aún aturdido por la magnificencia de un primer acto; ahora se permite evocar una de las formas de arte más simples y maravillosas: la de la naturaleza, a través de los padres de la ciencia naturales y las bellas artes, los griegos.

Una belleza fácil de entender por ser la más primigenia, pero ardua de replicar mas que con el uso del más llano concepto de arte y divinidad. No solo el baile o la música ilustraron la pletórica celebración; la geometría, la matemática, el helenismo y el cultivo del cuerpo  matizaron las figuras que montaban un espectáculo puro de danza.

El bolero de Ravel: ¿Cómo lograr abstraer la belleza primaveral? : De forma soberbia, mística y soberbia. Estas es una parte de la respuesta a la pregunta que Maurice Béjar, propone en el bolero de Ravel, que a través de una coreografía aparentemente simple, sin cambios o entradas y salidas de cuerpos, logra captar la apoteosis de tan emblemática melodía. La cadencia del baile va contando el tiempo y anunciando un cénit último que por naturaleza de las cosas es finito, pero que parece inalcanzable. Permitiendo por momentos al espectador rasguñar lo eterno del ciclo de las cosas que parece que nunca ha terminado de empezar y nunca ha empezado a terminar.

Estos y muchos más son los sentimientos que solo se pueden vivir  a través de una de las mejores compañías de danza, en uno de los festivales de danza contemporánea más importantes del mismo, el Béjart Ballet Laussane y el Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López.

Fue también inaugurada la Exposición de las obras participantes de los concursos “Anna Sokolow” de pintura y escultura, “Walter Reuter” de fotografía y “Emma Baéz”, El niño y la danza, misma que tendrá una vigencia de un mes en la Galería Germán Gedovius del Teatro de la Paz y que ya identifica a los ganadores de tales concursos, los cuales serán premiados el día de la clausura.