Beker6 no es flor de un día. Quiere ser longevo, un nuevo clásico. Este restaurante de cocina mediterránea ubicado a las puertas del Barrio de Salamanca sorprende y no falla y por eso, se merece un hueco en nuestras agendas para cualquier evento. Su mezcla de cocina de temporada, mediterránea, con toques armenios y su atractiva decoración le hacen idóneo para todos los gustos.
Buscando la frase perfecta para definir Beker6, leo: “es un restaurante en el que uno se sienta y se come sus prejuicios“. Y me identifico totalmente con esta sentencia porque la primera vez que entré, me asusté. Pensé que me había equivocado, que se me iba a ir de presupuesto, que era un sitio para gente más mayor. Y sí que me equivocaba, de medio a medio, porque la experiencia gastronómica fue de lo más satisfactorio sin hacerme un agujero en el bolsillo y mis amigas quedaron encantadas. Un acierto.
Su salón traslada directamente a la Riviera francesa, con una decoración a cargo del estudio Cousi Interiorismo. El azul intenso de las paredes enmarca unas preciosas láminas viajeras de la Pullman Gallery, a las que ensalzan la profusión de flores frescas por el salón. El pequeño comedor, sólo para 40 comensales, está iluminado con delicadeza, para favorecer la charla y la buena mesa. Se completa con una coqueta terraza en la calle y una barra, apta para picoteos informales a cualquier hora.
La carta aprovecha los productos de temporada para realizar recetas mediterráneas con un punto armenio, sin que las especias lo dominen todo. La receta de las aceitunas maceradas que sirven de aperitivo está a punto de cotizar en Bolsa, con su mezcla de melaza de granada, limón, pepinillos, pasas, zanahoria y aceite de oliva. Destaca la crema senegalesa, los saquitos de pasta brick o burak, el curry rojo de pescado blanco y almejas con arroz de jazmín (delicioso), la hamburguesa picada a mano (buenísima también), la pasta fresca con trufa malanosporum o los lomos de jurel asados sobre patata y papada ibérica.
Es muy adecuado preguntar y dejarse llevar por las sugerencias fuera de carta o de plato del día o de la noche, que aprovechan al máximo las virtudes de la cocina. Y si no te cuesta elegir entre los nueve panes que te ofrecen (¡9!), es que no tienes corazón. Todo es casero y elaborado en el propio restaurante, desde los panes hasta los yogures. Los domingos tienen un brunch muy sorprendente, que merece la pena probar.
Cuando llegan los postres, sorprende de repente que haya disponibles casi 10 sabores diferentes de helados, a cada cual más original. Chocolate con guindilla, caramelo salado con mantequilla, cheesecake con coulis de frambuesa y lascas de parmesano. Artesanales, cremosos y la clave del origen de Beker6. El alma de Beker6 son dos familias, los Sainz de Vicuña y los Rodríguez Cano, que en el restaurante tienen la cara y los ojos de Victoria como directora y Aída como maitre. Lejos de ser los Montesco y los Capulleto, los Álvaros, paterfamilias de ambas sagas, gustaban de compartir bandejas de helado y amistad de muchos años en los restaurantes que mantenía Rodríguez Cano como Las Cuatro Chimeneas, en Torrelodones, o el armenio Sayat Nova, que sacaba a la luz el recetario africano de los ancestros de Rodríguez Cano.
Un día, la parte gestora de los Sainz de Vicuña y la hostelera de los Rodríguez Cano se unieron en lo que hoy es Beker6, un proyecto familiar con ganas de durar en el tiempo. Este ambiente se traslada a los clientes, a los que cuidan muchísimo. El servicio es cercano y muy amable, con ganas de ayudar para que tengas ganas de repetir la experiencia. “Queremos que el cliente repita, que nos tenga en mente para cualquier ocasión”, explica Victoria. Comidas de trabajo, reuniones informales, cumpleaños o amigos que se juntan. Todos caben en Beker6 y todos están deseando volver.
Los datos: Beker6. Calle Hermanos Becquer, 6. 91 173 43 97. Horario: De Lunes a sabado de 12:00 a 02h. [email protected]. Precio medio: 35€. Tenéis más datos en la web de Beker6.
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