Uno de los mayores detractores del mítico vampiro Dracula, fue sin duda el actor, Béla Lugosi. El llevo mucho más allá de una mera interpretación. Aparte de sus varias versiones cinematográficas, Dracula también se vio en aquella época llevada al teatro. Y como no interpretándole Béla Lugosi. Allí, fue donde los magnates de el séptimo arte, encontraron a la figura ideal, para reencarnar al mítico vampiro Se cuenta que tanto se creía que era el propio Dracula encima de un escenario que a los asistentes al teatro les llegaban a provocar risas en vez de miedo. También que en su última voluntad pidió que se enterrase con la capa de terciopelo... quien sabe, a lo mejor, pensaba resucitar como en su día lo haría el propio Dracula en la novela de Bram Stoker. Pero pasemos a la película.
Para mi gusto una de las mejores películas que existe sobre el mítico vampiro. Y eso que no era tarea fácil el llevar al vampiro al cine. Por un lado estaban los descendientes de Bram Stoker, que ya más de algún proyecto habrían echado para atrás (como Nosferatu, que tuvieron que cambiar al vampiro totalmente, ya que no les dieron permiso para rodarla bajo Dracula), y al ser una película en blanco y negro, habría muchos detalles de la misma que se perderían. Pero aun así las interpretaciones son alucinantes, con France Dade dando vida a la bella Lucy, que por cierto sería si único éxito dentro del celuloide. Dwight Frye haciendo de Renfield, hombre de negocios y novio de Mina, que cayó en su hipnosis convirtiéndolo casi en una bestia depravada, la interpretación también es totalmente logiable, gesticulando al detalle todos los movimientos del personaje. Por oto lado esta película solo llevaría a ser un lastre o una maldición de la que solo se salvaría el propio Bela Lugosi, ya que los demás actores vieron como la película les encasillaría tanto que frustró totalmente sus meteóricas carreras en el celuloide.
Su mirada penetrante e hipnotizadora, hizo que realmente Béla lugosi se llevara el gato al agua, o mejor dicho el colmillo al papel de su vida. Béla Lugosi murió un 16 de agosto de 1956... O se convirtió en un alma errante en algún castillo perdido por Rumania?