Hay algo que quería compartir desde hace tiempo: mi viaje a Bélgica con dos amigos.Un viaje lleno de risas y de lugares para recordar.Imprescindible: comer patatas fritas, hincharse a bombones y a goffres, probar unas cuantas cervezas y alquilar una bici.
Damme: mini, mini pueblecito ideal para comprar unos quesos, tomar una cerveza tranquilamente, sacar fotos...
Brujas: de las ciudades más románticas por las que he paseado. Todo es 100% fotografiable.Por cierto, si os encontráis con la furgoneta de la imagen, corred hacia ella y comprad un goffre, ¡son los más ricos que comí en toda Bélgica!
Gante: visitarla fue una decisión de último momento y acertamos. De las ciudades que más nos gustó a los tres. Bicis, ambiente universitario y Erasmus a más no poder.
Bruselas: la capital. Nuestra primera visita: la estatua de Van Damme en su antiguo barrio, soy fan desde que tengo uso de razón (mil gracias otra vez por acompañarme sin poner pegas).Millones de cosas para ver y una pena no haber tenido más tiempo para disfrutar un poco más de Sablón, un barrio con muy buen ambiente.Imprescindible visitar el Delirium y dejarse media vida decidiendo entre su carta de más de 3.000 cervezas.