Bélgica, esa selección que te gusta y no sabes por qué

4 de julio de 2014

Fútbol

Es curioso porque hace cuatro años ni estaba ni se la esperaba. Y no es de extrañar porque no se habían clasificado. NI tampoco en 2006. El nivel no era ya el que atesoraban en los noventa cuando lucían jugadores como Preud´homme, Luc Nilis o incluso el ahora seleccionador, Marc Wilmots, y se nota. Se retiraron y Bélgica desapareció de los corrillos futbolísticos sin dejar mucho rastro.

Sin embargo, ahora es distinto. Ahora de repente los belgas molan y no sabes muy bien por qué. Pero están ahí por méritos propios con una generación de jugadores que ha salido de la nada sin hacer ruido y que de repente impone a respeto a medio mundo. Y eso atrae. No son enemigos de nadie ni sus jugadores miran mal al rival. Es la Selección que miras de reojo y tienes ganas de que consiga buenos resultados. De hecho, ellos mismos ya miran con interés aquella semifinal de 1986 (su techo mundialista) cuando fueron eliminados por la Argentina de un Diego Armando Maradona en estado de gracia. Es su techo.

Y ocurre que todo se cuece a fuego lento y por ello no prestas atención. Eden Hazard, la joya de la corona fue en su día recomendado personalmente por Zidane al Real Madrid. Pocos le conocían entonces y la gente no tuvo problemas en prescindir de su fichaje. Si lo hubiesen meditado un poco más… Thibaut Courtois, un portero sin sitio en el Chelsea, acabó en el Atlético de Madrid y hoy es de los mejores porteros del mundo. Fellaini, con su inconfundible melena, no era conocido para el gran público en Liverpool pero terminó convirtiéndose en el faro del Everton del David Moyes. Y un largo etc. con el jovencísimo Januzaj, Witsel, Kompany, De Bruyne, Mirallas o Vertonghen.

Sobretodo los dos primeros son la punta de lanza de un equipo que se estructura principalmente en una idea de juego combinativo interesante, algo parecido a un tiki taka pero sin llegar a serlo. No renuncian al toque, y de hecho lo ejercitan muy bien por lo que, en definitiva tienen un juego alegre que ameniza bastante sus partidos. Tampoco lo vamos a negar. Su último encuentro frente a Estados Unidos no fue todo lo bueno que cabría esperar de este equipo. Ni en general todo el Mundial que llevan jugado. Pero al final, hay ciertas cosas que no mienten porque, para empezar, es una selección con recursos y para muestra un par de botones. Su primer partido frente a Argelia, que discurría por un incómodo 1-0 en contra, se resolvió con dos goles de dos jugadores que salieron del banco y que imprimieron la velocidad que le faltaba a Bélgica para remontar y llevarse el partido. El segundo botón, frente a Estados Unidos. Con el partido inmerso en la prórroga, la inclusión de Lukaku frente a una reventada defensa americana decantó absolutamente el partido con un gol y una asistencia.

En definitiva, es una Selección con recursos, de toque alegre, al menos sobre el papel, y cuya carencia de rivalidades históricas fuertes en los grandes torneos internacionales, la convierte en un producto atractivo para el espectador. ¡Ah! Y con media Europa fuera, sobretodo tras las sorprendentes caídas de España, Italia, Inglaterra o Portugal (estas últimas no tanto), algunos nos quedamos sin referentes a seguir en este Mundial salvo que se opte por los clásicos: Holanda, Francia, Alemania, o se opte por el bloque americano.

Potentes arriba, interesantes en la media, algo flojos atrás, y un muro en la portería. Eso es Bélgica. Y Argentina deberá memorizarlo bien porque ya no estamos ni en 1986 ni en el Estadio Azteca de Mexico. ¿Favoritos? Desde luego, por qué no. El paso de los días dictará esa sentencia.

DAVID ABELLÁN FERNÁNDEZ