Los bares y restaurantes de Bélgica cerraron durante un mes, además un toque de queda nocturno entró en vigor este lunes. Esto cuando las autoridades sanitarias advirtieron de un posible “tsunami” de nuevos casos de virus en la nación que alberga la sede del Unión Europea.
Las nuevas medidas apuntan a limitar las interacciones sociales para frenar el crecimiento exponencial de la pandemia. El nuevo aumento de casos de coronavirus ya ha llevado a varios hospitales a retrasar operaciones “no esenciales” para centrarse en el tratamiento de casos de COVID-19. “Estamos realmente muy cerca de un tsunami”, dijo el ministro de Salud, Frank Vandenbroucke, a la emisora RTL.
Según cifras de la Universidad Johns Hopkins, Bélgica registró un promedio de 73,95 casos diarios por cada 100.000 personas durante los últimos siete días, el segundo peor récord en la UE detrás de la República Checa.
Yves Van Laethem, portavoz del centro de crisis COVID-19, dijo el lunes que se diagnosticaron 7.876 nuevos casos diarios en promedio durante los últimos siete días, un 79% más en comparación con la semana anterior. Van Laethem dijo que situación epidemiológica del país podría ser aún peor.
Para combatir la propagación de la enfermedad, el toque de queda en Bélgica se aplicará desde la medianoche hasta las 5 de la mañana, al menos durante un mes. La venta de alcohol estará prohibida después de las 8 pm, mientras que la cantidad de personas que los residentes pueden ver socialmente fuera de sus hogares se reducirá de tres a solo una.
Se ha ordenado a las personas que trabajen desde casa siempre que sea posible. Además miles de estudiantes se han visto afectados porque varias universidades han decidido que solo se puede ocupar un 20% del aforo en las salas de conferencias con capacidad para más de 50 personas.
El primer ministro, Alexander De Croo, dijo que la situación en Bélgica ahora es más grave de lo que era en marzo, cuando el país implementó un bloqueo nacional. “Tenemos tres veces más personas en cuidados intensivos en los hospitales. Entonces, la situación en los hospitales es grave. Continuará deteriorándose ”, dijo De Croo.