Belilla es una ardilla muy lista. Aprenderá a vivir sola y a superar el invierno, e incluso hará muy buenos amigos, como el perro Nilo.Pero cuando un peligro aceche su hogar y el de muchos otros animales, ¿podrá Belilla impedir que ocurra?
¡Seguro que sí! ¡Belilla y sus amigos pueden con todo!En primer lugar, me gustaría comentar que la ardilla que sale en la portada me agrada mucho, pero me hubiera gustado que dicha amiguita fuera acompañada por un paisaje o colores vistosos, recordemos que nuestro público objetivo son los niños. Aunque, la sinopsis no da pocos detalles de la problemática, me parece que fue la adecuada para introducirnos dentro del cuento.
La autora nos introduce a la trama contándonos desde qué Belilla vivía con sus padres, pero como sabemos el mundo animal es asombro, las crías solo están por un determinado tiempo, mientras aprender a valerse por ellas mismas, siempre me ha parecido increíble, ese comportamiento, porque al final en unas especies sigue habiendo un lazo maternal que nunca se rompe.
Mientras, Belilla busca un nuevo hogar en los árboles, también se prepara para enfrentar su primer invierno sola, donde con los consejos y enseñanza de sus padres logra pasar cómodamente su primera hibernación.Lo curioso, que podemos encontrar de estos simpáticos animalillos, es la manera inquieta de descubrir nuevas cosas, así es, como conoció a su amigo llamado Nilo, un perro que acompañaba a los niños que jugaban cerca de su casa. Aunque, me hubiera encantado que la autora le hubiera sacado más partido a la relación de estos inseparables amigos, porque en algunas partes, el cuento suena muy lineal hasta sentirlo un poco distante.La problemática que aborda el cuento me ha parecido buena, concientizar sobre el cuidado de los bosques y las especies que habitan ahí, pero la manera de expresarlo me ha parecido precipitada, lo que ha hecho que nuestra pequeña protagonista pierda relevancia hasta cierto punto.En conclusión, “Belilla la ardilla”es un cuento pretencioso que puede lograr conquistar los corazones de los más pequeños de la casa, mejorando algunas cosillas dentro de la trama para hacerlo más llamativo y atractivo al público infantil. Paloma Sánchez Muñoz. Nací en el barrio madrileño de Chamberí en 1989 en el mes de marzo, aunque he pasado grandes temporadas en Extremadura de donde procede mi madre, siento un gran cariño por esta tierra donde aprendí a amar a la naturaleza, especialmente a los animales. Soy la pequeña de tres hermanas. Mi amor por los libros comenzó en el colegio público Asunción Rincón donde me enseñaron a leer y el amor hacia la lectura. Completé mis conocimientos sobre los libros en la Facultad de Documentación de la Universidad Complutense de Madrid donde me licencié en información y Documentación; en esta facultad tuve el privilegio de tener como profesor al doctor Juan Miguel Sánchez Vigila quien me animó a seguir escribiendo y a no dejarlo jamás.