Jaime Mayor Oreja, que fue ministro de Interior entre 1996 y 2001, sabe aún hoy mucho de ETA, y la señal es que van cumpliéndose fatalmente todos sus anuncios sobre las negociaciones entre los terroristas y el Gobierno, aunque este las niegue.
Ahora, tras legalizar Bildu, la rama política etarra, el Tribunal Constitucional prepara la derogación de la doctrina Parot, dictada por el Supremo en 2006, según fuentes cercanas a esos juristas.
Debe recordarse que en esa instancia son mayoría los juristas llamados progresistas, nombrados por el PSOE y los nacionalistas. Ninguno de ellos es juez, con excepción del presidente, Pascual Sala, sobre cuyo nombramiento escribió este cronista.
Se han opuesto a la legalización de Bildu, y están haciéndolo a derogar la doctrina Parot los jueces de carrera, que son la minoría llamada conservadora, más un honorabilísimo progresista que ha resistido todas las presiones para sumarse a sus "compañeros" de origen.
Con esa doctrina con nombre de un multiasesino se descontaban beneficios penitenciarios de todas sus condenas, normalmente miles de años de cárcel. Así cumplían los 30 máximos que permite la ley.
Si se deroga, se aplicarán los beneficios para reducirlos de los 30 años. Unos sesenta asesinos terriblemente brutales, condenados con decenas de millares de años, pronto estarán libres.
Era una de las denuncias de Mayor Oreja: tras una nueva legalización de la rama política de ETA, saldrán libres numerosos presos gracias al Tribunal Constitucional controlado por Zapatero.
Asustado por la trascendencia pública que adquirió en anuncio de la próxima desaparición de la doctrina Parot, el Constitucional dice ahora que estudia "caso a caso" la situación de cada etarra condenado.
Otra prueba de los pactos es el caso Faisán, en el que unos agentes gubernamentales frustraron la detención de etarras para facilitar “el proceso negociador”, según el auto judicial.
Ya legalizado, Bildu se niega ahora a condenar a ETA en los debates electorales en la televisión vasca, sus peores verdugos saldrán a las calle, mientras los “mediadores internacionales” del abogado Brian Currin reafirman la existencia de negociaciones y el Gobierno sigue desmintiéndolas.
Hay negociaciones, sí, mientras Bildu se envalentona nuevamente con viejas proclamas racistas, provocaciones y acoso a los demócratas.
Es lo que anunciaba Mayor Oreja. Un bellaco, insulto de Zapatero para quienes no creen sus engaños, más claros que un manantial de agua.
-----------
SALAS. Su visión de la muerte digna encaja en la legalización de Bildu y en la previsible derogación de la doctrina Parot.
Parot.
Y es que así funciona este país.