"Estrellas que brillan
al caer la noche"El significado de la palabra: Vedettes, resulta empequeñecido en el diccionario cuando se refiere a la artista principal de un espectáculo o revista musical. Error.Vedettes son diosas que cual estrellas brillan al caer la noche, son divas que evitan ofender al sol con las luces de sus lentejuelas. Sensuales y voluptuosas damas envueltas en glamur de pieles que se bañan en champaña. Vedettes, no “encueratrices” en prostíbulos de poca monta. Ellas son las reinas de “Variedades de Media Noche”.
María José Cuevas se atreve en un rescate de lo irrescatable. En una paciente tarea de preservación de los exuberantes cuerpos que impusieron su soberanía en los cabarets de la Ciudad de México en los años setentas y ochentas, las legendarias protagonistas de un añorado cine de ficheras.
¿Qué fue de ellas? Muchos se lo preguntan, pero tal vez no han tenido el valor de atreverse a mirarlas a través del lente del paso del tiempo. Su reinado terminó hace cuarenta años, sus esculturales cuerpos siguen ahí a fuerza de lucha y por decreto de Venus, pero sus caras albergan entre sus arrugas el drama del día a día lejos de las candilejas.
Wanda Seux, Lyn May, Rossy Mendoza, Princesa Yamal y Olga Breeskin salen a la luz del día despertando con resaca y sin maquillaje, de los sueños glamorosos que las volvieron inmortales.
María José Cuevas, se toma el tiempo de añejar su investigación, ¿la razón?, complicaciones, falta de fondos, una cosa llevó a la otra… pero al final el tiempo de maduración de este documental nos permite abarcar más vida de estas mujeres excepcionales.
Una banda sonora arrabalera que inmediatamente nos invita a bajar la luz, una fotografía cruda y hermosa que da el reflejo de una actitud que se transforma al portar plumas y lentejuelas, y se desmorona al pasar el desmaquillante. Cuevas no señala, no juzga. Se asoma al lado humano de la frivolidad que hipnotiza y que marcó una era en el mundo nocturno de nuestro país. No escandaliza, las deja ser, las deja reírse de ellas mismas, de su paso por el cine de ficheras y de su poder de conquistar a los hombres más poderosos de México.
El tiempo, los excesos, la enfermedad y las malas decisiones no perdonan, hoy asumen el mundo como el resultado de todo lo que quedó atrás y se niegan a perder la esperanza de un futuro mejor. Con sus demonios y sus dioses despiertan cada día calzándose a la diva que llevan dentro sin negarse la posibilidad de la alegría, de renacer y volver a brillar.