Hacer estos dos portadocumentos ha sido un verdadero placer. Con telas tan bonitas, la tarea repetitiva se convierte en novedad, y el mimo en cada puntada es el mismo que puse en el primer portadocumentos que preparé para una recién nacida que curiosamente llamaron como a mí.
Desde entonces los ha habido con telas en tonos suaves, en tonos llamativos, con estampados diminutos o todo lo contrario. Pero siempre con su funda plastificada y el nombre del bebé bordado a mano.
Ni a Marcos ni a Enrique conozco pero casi, gracias al cariño con que su tía me los encargó.
Con Marcos no lo dudamos. La tela, basaba en el maravilloso cuento "Adivina cuánto te quiero" era la perfecta, pues más de un regalo ha recibido ya la mamá en torno a la historia de Sam McBratney y las ilustraciones de Anita Jeram.
Para Enrique esta tela tan suave y alegre es ideal. Los ositos siguen siendo una apuesta segura.
Gracias Marta, por tu generosidad y confianza.
Os deseo un estupendo fin de semana.