Después de los rigores invernales tenemos que comenzar a preparar nuestra piel para la nueva temporada. Esta mascarilla, preparada con productos que todas tenemos en nuestra despensa, nutre intensamente la piel y alisa los rasgos.
Necesitaremos:
Media patata
Una yema de huevo
Una cucharadita de aceite de oliva virgen
Una cucharadita de leche
Preparación:
Cocemos la media patata en el microondas (aprox. 1 minuto), esperamos a que se enfríe un poco, la pelamos y la machacamos con un tenedor hasta que sea puré, añadimos la yema de huevo, la cucharadita de leche y la cucharadita de aceite y mezclamos bien hasta conseguir una crema homogénea.
Esta crema la aplicaremos, directamente con los dedos o con un pincel, por toda la cara (excepto el contorno de ojos y los labios) y el cuello. Dejamos actuar unos 20 m. y ya podemos retirarla. Pasado ese tiempo, posiblemente, la crema se habrá secado, por lo que yo recomiendo retirarla con una toallita mojada en agua tibia para que sea más fácil quitarla. Después podemos aplicar nuestra hidratante habitual.
Recomiendo aplicar esta mascarilla una vez por semana en piel secas o maduras y cada 15 días en pieles mixtas. No estoy muy segura de que sea apropiada para pieles grasas por la yema de huevo y el aceite de oliva.
Si la probáis ya me diréis que os ha parecido.