Varios factores juegan en contra de la película “Belleza oculta”. Quizás el principal sea el de las altas expectativas generadas por su reparto, plagado de estrellas y de actores notables. A ello se debe añadir una promoción centrada especialmente en la trascendencia, intensidad y emotividad del relato que traslada. Razones, en definitiva, que hacían presagiar el éxito del proyecto. Sin embargo, su tráiler publicitario se había encargado de rebajar las perspectivas, ya que se podía intuir una sensiblería narrativa mal dosificada. Y, en efecto, tras sus escasos noventa minutos de duración, la sensación de decepción resulta incuestionable. Es la demostración de cómo una buena idea originaria termina convirtiéndose en una obra mediocre. Su director, David Frankel, curtido en el mundo de la televisión, debutó en la pantalla grande con “Miami”, insulsa cinta de tono humorístico protagonizada por Sarah Jessica Parker, Mia Farrow y Antonio Banderas. Sin embargo, su segundo trabajo detrás de las cámaras, “El diablo viste de Prada”, sí obtuvo un destacable éxito de crítica y público. El film destilaba mayores dosis de ingenio y audacia y, además de dos nominaciones a los Oscar, tres a los Globos de Oro y cinco a los BAFTA, recaudó más de trescientos millones de dólares en todo el mundo. Tras esa sonora repercusión, Frankel retomó su clara tendencia hacia lo anodino, rodando “Una pareja de tres”, “El gran año” y -aunque en menor medida- “Si de verdad quieres”, en las que abandonó cualquier viso de riesgo y de creatividad para apostar por la comedia americana más vulgar. Ahora, en un giro drástico y más bien errático, ha pretendido abordar un drama profundo, reflexivo y con ínfulas filosóficas que, desgraciadamente, evidencia su naturaleza prefabricada. Ni la historia ni los personajes parecen creíbles, y las secuencias más sentimentales resultan forzadas, de tal manera que ese torbellino de emociones del que quiere presumir se revela como un truco fallido. Un triunfador ejecutivo de Nueva York, cuya vida es plena y feliz, entra en una profunda depresión después de sufrir una tragedia familiar. Como reacción a su amargura, decide mandar cartas, pero no a personas sino a conceptos, como la Muerte, el Tiempo o el Amor. Dadas las circunstancias, sus amigos pondrán en marcha un plan poco convencional para obligarle a afrontar su sufrimiento, sin controlar los efectos que con ello van a provocar. Algunos momentos de la proyección enternecen y varias de las escenas llegan al corazón. Pero, incluso en esos instantes puntuales, los espectadores son conscientes de la manipulación a la que están siendo sometidos. Más allá de los que acudan a la sala predispuestos a sacar el pañuelo a la más mínima oportunidad, el resto del público no podrá conectar seriamente con ninguno de los perfiles a cargo de su irrepetible reparto de lujo. El talento de todos y cada uno de los actores que lo integran no admite discusión y sólo cabe rendirse ante él, desde Edward Norton (tres veces nominado al Oscar y uno de los grandes profesionales de su generación) a Kate Winslet (con un Oscar de siete nominaciones y una de las intérpretes más versátiles del panorama actual), pasando por Helen Mirren (dueña de otra estatuilla dorada de entre cuatro candidaturas), Keira Knightley (dos veces aspirante al máximo premio de la Academia de Hollywood y un lujo en todos los sentidos) y el verdadero protagonista de la película, Will Smith (que ha optado igualmente al galardón cinematográfico por excelencia). El mero hecho de haber reunido a tantas figuras del Séptimo Arte es un mérito en sí mismo. Probablemente el único que posea esta “Belleza oculta”.
Trailer en castellano
Trailer en versión original
Datos del film
Película: Belleza oculta.
Título original: Collateral Beauty.
Dirección: David Frankel.
País: USA. Año: 2016. Género: Drama.
Reparto: Will Smith, Kate Winslet, Keira Knightley, Edward Norton, Helen Mirren.
Guion: Allan Loeb.