Aprovechando el boom de la nueva entrega de la saga Crepúsculo (er... lo sé) vamos a hacer un poco de post mainstream. Y diréis "cada vez que nombras Crepúsculo, Glee o a Justin Bieber se te tiran al cuello". Pues sí amiguitos, así sería si no fuese porque voy a ignorar totalmente el hecho de que esta muchacha participe en la saga de vampiros más vergonzosa de la historia (ya, me lo he ganado) y hablaré de los cambios de look, que aunque parezca mentira -yo misma me he sorprendido- esta mujer ha tenido más etapas que Picasso.
Desde sus comienzos rollo tomboy a su última aparición en el show de Jay Leno la noche pasada, KRISTEN STEWART ha pasado por todo tipo de cambios: más rubio en su adolescencia, reflejos caramelo a lo Jennifer Aniston; cobrizo (le favorece mucho), más castaño caoba (Bella) y dorado (para alejarse de Bella, pero me da que o hace algo o se quedara con eso toda su vida, pobrecilla); tambien negro y corto para su interpretación en The Runaways. ¿Nuestro favorito? Empezamos a cogerle cariño y a ver un posible (aunque remoto) sex appeal tras el reportaje que hizo para la revista W. Sinceramente, el rollo retro 60s saca lo mejor de ella y no-deberia-dejarlo-NUNCA.