Revista Opinión

Belloch pide ayuda a Dios

Publicado el 13 abril 2011 por Rgalmazan @RGAlmazan

Después de haber leído la noticia el otro día, hoy mi amigo Antonio Aramayona en su artículo semanal en El Periódico de Aragón ha vuelto a estar mordaz y certero y me ha llevado a escribir esta entrada para mayor difusión del hecho.

No creo que extrañe a nadie que Juan Alberto Belloch, uno de los pilares sacrosantos y meapilas del socialismo español –forma el triángulo sagrado junto a Vázquez y Bono—, invoque a dios para cualquier menester. Parece “justo y necesario”.

Y digo que parece razonable porque dios, por fuerza y por servicios recibidos, le tiene que ayudar,

  • ¿cómo no ayudar a quien pasea a su hijo crucificado desde su despacho al salón de plenos, cada vez que hay una convocatoria?
  • ¿cómo no auxiliar a quien hace que la institución pública que es el ayuntamiento esté presente, como tal, en cualquier manifestación religiosa?
  • ¿cómo no favorecer a quien en un alarde de patriotismo nacional-católico pone el nombre del siervo Escrivá de Balaguer a una calle zaragozana?
  • ¿cómo no amparar a quien exalta las celebraciones religiosas por encima de cualquier otra?

Sería de desagradecidos no corresponder, y dios, como sabemos los ateos, es muy agradecido. ABeato Bellochsí es que en una reunión con jóvenes empresarios, Belloch ha pedido ayuda al altísimo. Y le ha invocado para algo importantísimo:

“Si hubiera en el ayuntamiento un gobierno de izquierdas, Dios lo impida, la propuesta sería subir impuestos”

Una frase que define muy bien a este personaje. Porque Belloch sabe muy bien que “tomar el nombre de dios en vano” es un pecado contra el segundo mandamiento –uno no puede evitar tener grabado con cruz y fuego el catecismo Ripalda desde hace más de cincuenta años--, por lo tanto, lo está utilizando para algo importantísimo, para algo esencial, para evitar que gane la izquierda, para ganar las elecciones y poder formar gobierno con la derecha, por supuesto que no se va a pedir ayuda al creador para cuestiones menores.

Por otra parte, lo de subir impuestos, es algo que Belloch sabe que es malo, él cuando lo hace, debe tener permiso divino. De esta manera se puede explicar que prometa no subir impuestos si gana, salvo en servicios “poco importantes” como el agua y la basura. Probablemente en esas conversaciones íntimas que tiene Belloch con su Señor, éste le haya dado su autorización.

Y lo más gracioso y trágico a la vez, es que solicita claramente un gobierno que no sea de izquierdas. Bueno, un paso hemos dado, si lo que quiere es ganar y no quiere que gane la izquierda, no hace falta hacer un silogismo, se entiende claramente que él no se considera de izquierdas. Bien por Belloch, en eso estoy de acuerdo.

Porque él, temeroso de que no alcance la mayoría ni con los votos del PAR (partido regionalista de derechas con el que gobierna actualmente), da por sentado que un acuerdo con Izquierda Unida y/o con la Chunta Aragonesista es malo, primero porque se trataría de un acuerdo que le confundiría con la izquierda, o sea demonizaría su posible coalicción –¡vive dios, rojos no!— y segundo porque se subirían los impuestos, cosa que ya sabe de antemano, puesto que con esa relación tan divina, juega con ventaja al conocer el futuro.

En fin, una joya este buen hombre, que llegó a ser el segundo hombre más importante del gobierno González y que hoy, podría tener como lema electoral:

“Cautivo y desarmado el ejército socialista, las tropas nacional-católicas del general Belloch están a punto de entrar en Zaragoza y destruir los últimos objetivos progresistas”

Fdo: El Alcalde socialista de derechas.

Salud y República


Volver a la Portada de Logo Paperblog