Bendición. Kent Haruf.

Os he hablado de Kent Haruf (1943-2014) en más de una ocasión, y es que me cautivó con "Nosotros en la noche", y desde entonces he leído todo lo que se ha ido publicando de él en nuestro país. Bendición es el cierre de la llamada "Trilogía de la llanura". Es sin duda la parte más independiente de los tres (se puede leer perfectamente sin haber leído los anteriores), aunque yo los recomiendo todos porque es un auténtico placer leer a este escritor.
Volvemos al imaginario Holt, una pequeña localidad de Colorado. Allí conoceremos a Papá Lewis, el dueño de la ferretería del pueblo, a quien  diagnostican una enfermedad grave. Su hija regresa al pueblo para cuidar de él y ayudar a su madre. A partir de ahí iremos conociendo cómo ha sido su vida, y a través de él o de los miembros de su familia  iremos conociendo al vecindario y a otros personajes (la vecina viuda que vive con su nieta; el pastor que intenta empezar de nuevo en Holt con su hijo y su esposa, etc.), y es que Bendición también es una novela coral, aunque no se profundiza en todas las historias por igual. 
Una vez más encontraremos unos personajes creíbles, sencillos, que podrían ser nuestros vecinos. El autor  los va presentando poco a poco, en capítulos cortos, sin extenderse a lo largo de las páginas, pero calando nuevamente en el lector. Con la ambientación de la novela, Haruf logra que las áridas llanuras de  Holt sean un personaje más. Una localidad donde se cruzan las vidas de unos personajes corrientes con los que el lector empatiza de forma casi inmediata. Una austeridad narrativa (prescinde hasta de los guiones de diálogo)  que asombra por  la profundidad y el elemento reflexivo que esconde. 
En esta ocasión he echado de menos saber de antiguos personajes que aparecían en las dos entregas anteriores, ya que tan solo se hace alguna referencia a ellos (y eso a su vez hace que, como comentaba antes, esta novela pueda leerse de forma totalmente independiente). Creí que por este motivo disfrutaría algo menos de la lectura, pero qué equivocada estaba. El estilo tan característico del escritor y la carga emocional en lo que cuenta han logrado que vuelva a cautivarme (especialmente en los últimos capítulos).
Y si todavía no os he convencido, recurro a la sinopsis del libro, donde encontraréis una descripción de lo más acertada: "Una reflexión magistral sobre el final de la vida, sobre cada una de las etapas intermedias y sobre los sueños y las esperanzas que nos sostienen durante el camino". Tal cual. Eso es Bendición.