¡Qué gozada despertar en Málaga y darse un baño de luz mirando el mar! Y cómo no recordar a Vicente Aleixandre.
La luz
(…) ¿De dónde llegas, de dónde vienes, amorosa forma que siento respirar, que siento como un pecho que encerrara una música, que siento como el rumor de unas arpas angélicas, ya casi cristalinas como el rumor de los mundos? ¿De dónde vienes, celeste túnica que con forma de rayo luminoso acaricias una frente que vive y sufre, que ama como lo vivo?; ¿de dónde tú, que tan pronto pareces el recuerdo de un fuego ardiente como el hierro que señala, como te aplacas sobre la cansada existencia de una cabeza que te comprende? Tu roce sin gemido tu sonriente llegada como unos labios de arriba, el murmurar de tu secreto en el oído que espera, lastima o hace soñar como la pronunciación de un nombre que sólo pueden decir unos labios que brillan. (…)