Siempre escuché a mi abuelo hablar de lo que duraba el invierno en uno de esos pueblos del interior en los que el frío trae el silencio absoluto y congela el tiempo y las ganas de hablar o salir a la calle, al bar o simplemente jugar una partida de cartas con los vecinos. El frío, la soledad y el aislamiento son los peores enemigos de muchos pueblos de la mitad norte de España.
El año pasado nos llegaba la noticia de los 29 días de aislamiento forzoso de Tresviso, una localidad cántabra de 21 habitantes. Para que esto no vuelva a ocurrir la asociación sin ánimo de lucro, Proveedores de Vending Asociados ha puesto en marcha la campaña #BenditasMáquinas.
El milagro de la máquina de vending al final de cualquier jornada laboral en una oficina puede ser mayor y mucho más relevante si permite abastecer de productos necesarios a las localidades españolas aisladas por el frío.
Ingenio, cordura, solidaridad y mucho sentido práctico.
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