Hemos porteado desde que Lucy nació. En casa nos permitía tener las manos libres sin necesidad de separarnos, podíamos ir de allí para acá tranquilamente con ella y hacer cosas, y fue una ayuda enorme para que Lucy expulsase gases y para que sus cólicos se redujeran.
Al principio utilizábamos un fular elástico preanudado con anillas de la marca Close que heredamos de tía Candy y que nos salvó la vida en varias ocasiones. Además de utilizarlo en casa muchísimo se convirtió en un elemento imprescindible para los paseos porque al principio a Lucy no le gustaba nada el carro y en medio de un paseo era esencial tenerlo cerca. Durante un tiempo fue lo único que utilizamos para salir a andar.
Hay que reconocer que a Lucy no le gustaba nada cuando la colocabas dentro del fular, pero andabas y la mecías un poquito y enseguida se calmaba. Antes de llegar a la calle ya se había dormido y en la calle ni se quejaba. En casa tardaba un poco más en dormirse, pero con música y un ratito de baile caía rendidita. La clave es el movimiento.
Portear me daba muchísima movilidad y me permitía recoger la casa con Lucy cerquita mía, porque era de esos bebés que se duermen, la acuestas y a los diez minutos se despierta por la necesidad de contacto. Poquitas veces ha aguantado mucho más tiempo sola. Tardaba más en dormirla que el tiempo efectivo que pasaba durmiendo, por eso el porteo era tan práctico y necesario en nuestra vida.
Cuando Lucy pesó más de 6 kg ese fular elástico se daba demasiado de si y perdía la posición de ranita que debía tener, así que estuvimos un tiempo sin portear porque la siguiente mochila que teníamos era la ErgoBaby. En teoría en ese tipo de mochilas solo se debe portear cuando el bebé se sienta solo, y Lucy se aguantaba sentada. Teníamos el adaptador que muchas asesoras de porteo desaconsejan por no mantener bien la posición, y aún así en algún momento lo hemos utilizado, colocando a Lucy e intentando que la posición fuera la indicada. Bajo mi opinión, que no soy experta, creo que iba perfecta, porque es una niña muy grande y el fular que lo precedía nos enseñó a colocarla muy bien.
Comenzamos a utilizar la ErgoBaby sin adaptador en verano, cuando Lucy ya se mantuvo sola sentada, y da calor pero no tanto como parece en un principio. Ahora seguimos utilizándola pero Lucy es tan grande que se nos ha quedado pequeña, no sujeta las corvas como antes y yo lo noto en la posición de ella y en mi espalda. Intentamos utilizarla en trayectos cortos hasta que decidamos cual es la siguiente mochila que compramos.
En el Blogger´s Day de Madresfera, ErgoBaby tenía un stand y mochilas para probar. Pude constatar que nuestra mochila es antigua, que las nuevas tienen el panel más amplio y por lo tanto sujetan mejor las corvas, así que puede que comprar otra ErgoBaby sea una opción. Hablaré de ello en profundidad.
Nosotros lo tenemos claro, el porteo ha supuesto un descubrimiento precioso por la cercanía y la tranquilidad que le da a Lucy, práctico por permitirnos tener las manos libres para hacer cualquier cosa al mismo tiempo que la tenemos en brazos y tan natural que soluciona muchos problemas (como los soluciona el pecho) cuando vamos de paseo y se cansa de ir en el carro o tiene sueño y no puede dormirse. Es una delicia llevarla pegadita, ir al centro y llevarla tan cerca que es imposible que le pase nada, sentir que aunque haya mil ruidos de tráfico ella está tranquila, dormida y feliz cerca de mamá. Poder ir de compras o a cualquier reunión sabiendo que la mochila tranquiliza a tu bebé.
Habrá gente que le parezca que eso de portear es mal acostumbrar al bebé. Si alguien quiere llamarlo así muy bien, pero el problema es que vienen malacostumbrados desde el útero, necesita estar con su mamá, con su olor, su piel, su calor, en esa posición encogidita en la que ha estado durante 40 semanas y yo no tuve ni tengo narices a dejarla en ninguna cuna para que se acostumbre a estar sin mi, porque o está dormida o se pone a llorar, y dejarla llorar sola, como que no me parece.
También hay gente que piensa que la posición del bebé en un fular o mochila ergonómica es muy forzada y que están mejor en una cuna estirados. A esto diré que un bebé necesita estar cerca de mamá y que cuando un bebé llora y le coges en brazos se calla, por algo será. La posición de un bebé en una mochila colgona si que es forzada y perjudicial, en una mochila ergonómica tiene la misma posición que si la cogemos en brazos.
Si tu bebé llora en cuanto le dejas en la cuna o la cama, si tardas mucho en dormirle porque le cuesta y además en cuanto está lejos de tus brazos llora, si vais con el carrito y se pone a llorar, portear es la mejor opción para que no llore y además poder llevar el carro. Y es la solución para todo lo demás.
S eguiremos porteando todo el tiempo que haga falta y nuestros cuerpos nos lo permitan porque nos encanta y lo recomendaremos siempre, pero por supuesto, hay que informarse muy bien antes: Nada de utilizar colgonas rígidas ni mochilas que permiten al bebé mirar hacia afuera. La posición en ranita y con la espalda en C es muy importante para la cadera y hay que ir adaptándose al cuerpo del bebé con una mochila, bandolera o fular adecuado...
Mi amiga Maria de el blog En Brazos de Mamá tiene un post muy completo sobre el tema nombrando los beneficios y los tipos de portabebés que existen y otras cuestiones importantes. Existen muchas otras webs informativas con asesoría como Red Canguro, Portakanguritos, Brazos y Abrazos, Kangura, Mi BB me mima, Mimos y Teta, Portéame... También puedes encontrar talleres interesantes sobre porteo (en nuestra Fanpage de Facebook solemos compartir todos los que conocemos) y grupos en Facebook. Información y ayuda tienes si buscas un poquito. ¡¡¡Y por amor de la diosa, no utilices mochilas colgonas ni pongas a tu bebé mirando hacia adelante!!!
Incluso la web En Familia de la AEPED recomienda el porteo y el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid cree que es más beneficioso para los bebés que llevarlos en carrito, así que anímate!!!