Sin duda alguna a los niños les entusiasma descifrar acertijos y resolver enigmas. Jugar a las adivinanzas es precisamente eso, pensar y descubrir, pero además es una divertida forma de aprender. Hoy hablamos de nuevo sobre los beneficios que les aporta a nuestr@s hij@s u alumnos jugar a las adivinanzas.
Probablemente ningún padre o madre podrá decir que nunca ha jugado a las adivinanzas con sus hijos. Desde el mismo momento que los peques comienzan a dominar un poco el lenguaje empiezan también a demostrar un gran interés por este tipo de juego de palabras, su ritmo y musicalidad. Hoy hablamos de las adivinanzas y sobre los beneficios tiene en el desarrollo de nuestros pequeños.
Beneficios de jugar a las adivinanzas
La adivinanzas o acertijos que en un principio podrían parecernos un sencillo pasatiempo con el objetivo inicial de entretener y divertir a nuestros hijos tienen muchos beneficios para el desarrollo cognitivo de nuestros pequeños. Entre ellos destacamos que:
- mejoran el lenguaje expresivo y comprensivo;
- fomentan la adquisición y ampliación del vocabulario;
- desarrollan del pensamiento;
- incrementan la atención y la concentración;
- estimulan la memoria;
- consolidan aprendizajes;
- favorecen el proceso de asociación de ideas;
- fortalecen procesos cognitivos más elaborados como la planificación o resolución de problemas;
- fomentan la imaginación, curiosidad e ingenio;
- mejoran el estado de ánimo;
- elevan los niveles de motivación;
- reducen el aburrimiento;
- estrechan vínculos afectivos entre quienes comparten este tipo de juegos.
¿Cómo jugar a las adivinanzas?
No hay ningún secreto, jugar a las adivinanzas es sencillo. No tienes más que realizar preguntas sencillas o descripciones cortas para que el niño adivine de qué se trata. Seguro que sabes muchas más adivinanzas de las que te crees, como las clásicas las de toda la vida. Éste es un ejemplo de lo más representativo “Oro parece, plata-no es. ¿Qué es?”
Pero también podemos encontrar este tipo de acertijos en juegos más nuevos, en libros o en audiolibros.
Las puedes inventar tú de diferentes formas y maneras, sencillamente pensando en algo y haciendo preguntas, o puedes coger una tarjeta con un dibujo y empezar a jugar a ver si tu hijo adivina qué es, puedes dibujar pistas o escribir alguna de las letras que contiene lo que debe adivinar. Pero si no dispones de tiempo puedes encontrar un montón de libros y recursos que te ayudarán en esta tarea.
Cualquier forma es válida, se trata de pasar un momento agradable y entretenido con nuestros hijos mientras estimulamos su pensamiento, imaginación y lenguaje.
Cualquier tipo de adivinanza (corta, larga, fácil, difícil, …) nos servirá como un recurso perfecto para estimular a nuestros hijos.
¿Por qué debemos jugar a las adivinanzas?
Tal y como te he comentado a lo largo de este post jugar a las adivinanzas reporta múltiples beneficios al desarrollo de nuestros pequeños, no solo en el plano cognitivo y lingüístico si no también afectivo.
Jugar con ellos y proponerles diferentes juegos, acertijos y retos como los que planteamos con las adivinanzas es una forma de conectar con ellos, fortaleciendo nuestro vínculo afectivo lo que tiene efectos muy positivos sobre su bienestar emocional.
¡Jugad a las adivinanzas siempre que podáis!