Realizar una buena gestión de responsabilidad social implica inversiones importantes de recursos que no siempre pueden ser incorporados en la planificación anual de una empresa y su enfoque de responsabilidad social. La situación económica del país no aporta lo suficiente al desarrollo de la sociedad civil más necesitada y los recursos públicos y privados son cada vez más reducidos.
¿Pero, qué podemos hacer para continuar haciendo? Crear alianzas multisectoriales es la respuesta a esta pregunta y resuelve la problemática de presupuestos reducidos, además de que las alianzas estratégicas proveen más beneficios del que solos como empresa u organización podemos lograr.
Los beneficios de las alianzas estratégicas dependerán del tipo de alianza que se realice y de la razón social o lucrativa de la empresa:
• Mejora la imagen ante la sociedad. El compromiso con la mejora de la sociedad da lugar a la diferenciación de la marca, lealtad y actitud positiva hacia la empresa por parte de sus clientes, empleados y sociedad en general.
• Intercambio de capacidades que permitan a cada sector compartir sus propias competencias, con el fin de alcanzar objetivos de una forma más eficaz, legítima y sostenible.
• Acceso a un mayor número de recursos técnicos, humanos, de conocimiento, materiales y financieros con los que cuentan los diferentes sectores participantes.
• Acceso a nuevas redes dinámicas, que ofrecen a los sectores involucrados mejores canales de participación con diferentes grupos y/o socios, proporcionando una mayor capacidad de influencia en determinadas políticas.
• Mayor comprensión de las características, los valores y la importancia de cada sector; de esta forma se construye una sociedad más integrada y estable.
• Divulgación de los valores de la empresa entre sus empleados y posibles nuevos talentos. El participar en alianzas con organizaciones de la sociedad civil refuerza los valores sociales de las empresas y su compromiso de ser socialmente responsable.
• Acceso a fuentes de información sobre su entorno. Una empresa que busca incursionar en el campo del desarrollo, por ejemplo llevando a cabo proyectos sociales para una comunidad o programas para la sostenibilidad medioambiental, necesitará de información sobre el público objetivo al que se dirige, pues entrar con poca o ninguna experiencia previa aumenta el riesgo de la operación.
• Seguridad y licencia de la sociedad. Una alianza con organizaciones de la sociedad civil puede proporcionar seguridad y licencia de la sociedad para que la empresa desarrolle proyectos en la zona o con las comunidades donde ellas tienen influencia.
• Mejor conocimiento del mercado y posibles clientes. Las organizaciones de la sociedad civil suelen crear redes y otros tipos de sistemas de prestación de servicios, con el fin de alcanzar mercados de bajos ingresos en el mundo en desarrollo. En efecto, estas organizaciones están ya establecidas en estos mercados, entienden mejor su dinámica y tienen un gran conocimiento de estos segmentos de la sociedad, de sus comportamientos y preferencias. Este beneficio es más común en alianzas inclusivas, cuando las empresas tienen interés en integrar a la población de bajos ingresos en su cadena de valor o proporcionarles bienes y servicios adecuados y asequibles.
• Innovación de productos. Una consecuencia de comprender mejor las necesidades de mercados de las poblaciones de bajos ingresos es el potencial para la innovación de productos. La empresa se ve estimulada a desarrollar su capacidad de crear nuevos productos que atiendan las necesidades reales de este nuevo mercado.
• Mejora en sus canales de distribución. Las organizaciones de la sociedad civil que trabajan con poblaciones de bajos ingresos manejan por lo general diferentes servicios y modelos de entrega de servicios o productos. Al trabajar en alianza con ellas, la empresa podrá adoptar canales de distribución que antes desconocía o no utilizaba. Un caso interesante es el de Unilever en India, con su proyecto “Shakti”.
Con el apoyo de organizaciones de la sociedad civil locales, Unilever capacita a mujeres emprendedoras de zonas rurales de difícil acceso para que trabajen como distribuidoras de sus productos en esas regiones. Además de distribuidoras, también educan a niños y adultos sobre la importancia de la higiene y salud. A cambio, Unilever les brinda educación, microcréditos y acceso a sus productos.
De esta forma, la empresa crea canales de distribución capaces de llegar a estas personas y posiciona su marca en áreas donde sería casi imposible tener presencia. Asimismo, Unilever colabora con la mejora de la salud de miles de personas en la zona.• Aumento de la fiabilidad de la cadena de suministro. Las organizaciones de la sociedad civil se pueden incorporar a las cadenas de suministro de las empresas como proveedores. Estas estrategias tienen un impacto positivo general para la empresa, ya que son capaces de generar empleo y mejorar el bienestar social y el desarrollo económico. Un ejemplo es el de la empresa brasileña de cosméticos, higiene personal y perfumes Natura. Su línea EKOS se basa en el compromiso de utilizar la biodiversidad local y las materias primas de las comunidades de forma sostenible. Asimismo, la empresa ha invertido mucho tiempo para desarrollar proveedores sostenibles de materias primas, involucrándose en alianzas con las comunidades y con la organización de la sociedad civil IMAFLORA, que certifica los productos forestales. Natura considera que la certificación de las materias primas es un elemento importante para la línea EKOS y una manera de informar a los consumidores sobre los métodos con los que la empresa se abastece de sus productos.