En una dieta equilibrada, el desayuno es la primera y una de las comidas más importantes del día.
Es importante porque en primer lugar es la más distanciada en el tiempo, con una comida anterior, en este caso sería la cena. También resulta de importancia porque debe proveer los nutrientes y la energía necesaria para el primer y muchas veces el mayor esfuerzo del día.
Un desayuno de escasa calidad se expresara con síntomas como desgano, falta de atención y decaimiento.
Los ritmos de trabajo y estudio en las grandes ciudades acrecienta la importancia del desayuno como la comida que permite empezar el día enérgicamente.
Un desayuno completo y adecuado puede y debe incluir diferentes nutrientes
Los alimentos que no den faltar son la leche, el pan que para ser más nutritivo debe ser integral o de salvado con semillas, cereales, frutas, miel y pueden agregarse como infusiones el café o té donde es preferible que sea té verde, ya que el mismo posee un alto efecto antioxidante.
En lo que respecta a panes se puede decir que son los que aportan los hidratos de carbono de utilización más próximos en la digestión de lo desayunado. Hay distintas recetas de pan sin tanto almidón y menor cantidad de glúcidos, estos pueden ser: el pan indio de maíz y centeno, que se prepara sin harina de trigo, el pan integral con harina de trigo integral, pan de arroz, pan de soja o de gluten.
Un cereal muy nutritivo y completo es la granola, que posee avena arrollada, germen de trigo, almendras, miel, coco rallado y pasas de uvas.
El desayuno ideal debe incluir del 20 a 25 por ciento de las calorías recomendadas para la dieta diaria.