Hoy es festivo para mí, no en La Rioja donde me gano las lentejas, sino en Navarra, donde vivo, siento y padezco, a veces por partes iguales, a veces más de lo uno que de lo otro, pero siempre orgulloso de la tierra que me acogió y que tantas cosas buenas me ha dado. Pues eso, que hoy es el Día de Navarra, día de San Francisco Javier, y yo me he permitido coger el día libre para asistir a las obligaciones, autoimpuestas eso sí, como concejal de Andosilla.
Pero a pesar de ser fiesta, no he podido por menos que al ver esta imagen en un tweet esta mañana, mandármela por correo electrónico para que cuando llegara a casa pudiera dedicarle una entrada del blog:
Fuente: LinkedInY es que éste es uno de los temas que suelo tratar en mis clases cuando hablamos de Employer Branding o Marca Empleadora y los beneficios que puede reportar tanto a la empresa como a los profesionales que en ella trabajan, y que aunque tenéis todos ahí para ampliar la información, yo voy a aprovechar a destacar los que para mí son los tres más importantes:
1.- La reputación de la organización es fundamental tanto para los candidatos que están buscando un empleo como para aquellos trabajadores que cambiarían de empleo si esto significa ir a una compañía con excelente reputación.
2.- Más del 85% de las personas que buscan empleo esperan que las compañías a las que optarían por irse a trabajar tengan cuenta al menos en una red social.
3.- La mitad de los candidatos valoran más importante la buena reputación de la organización antes que un aumento salarial.
Datos todos estos que dan buena cuenta de la importancia de trabajar como organización en Employer Branding o dicho en castellano puro y duro, que hay que trabajarse muy mucho la marca empleadora para utilizarla como un poderoso imán para atraer el talento a la organización y, a la vez, retener al talento interno; nunca nos olvidemos de lo que ya tenemos, pensando que lo viene de fuera siempre será mejor.
Terminamos con un tweet por si alguien quiere compartir:
Marca empleadora para atraer talento sin descuidar el talento interno de la organización; no siempre lo que viene de fuera es mejor de lo que ya tenemos.