Gran porcentaje de la población mundial, especialmente aquella que vive en las sociedades más desarrolladas, dispone de una o más mascotas en su hogar habitual, pero, ¿qué beneficios supone el hecho de tener un animal de compañía en casa? Sigue leyendo…
· Levanta el ánimo.
Y es que, sobre todo para aquellos que no conviven con más gente, una mascota proporciona afecto constante y elimina la sensación de soledad por su simple presencia.
· Estimula la comunicación.
¿Qué dueño no habla a su perro o gato? La mayoría de personas dan instrucciones, hablan y hasta “conversan” con su mascota, hecho que conduce a una mejora de la comunicación verbal.
· Aumenta la autoestima
Si se consigue una buena comunicación con el animal, es corriente la sensación de “auto-realización”, dado que sacrificamos parte de nuestro tiempo para atender a las necesidades del animalito, que nos corresponde con su compañía.
· Supone una responsabilidad
La mayoría de mascotas requieren de cuidados precisos y diarios. Si el dueño no está al tanto de ellos, el animal difícilmente podría subsistir, por lo que una mascota, normalmente, hace más responsable a la persona que la cuida.
· Suponen diversión
Al poder jugar con la mayoría de mascotas, la persona se divierte y pasa ratos agradables con ellos, por lo que, en cierto modo, el hecho de cuidar a una o más mascotas puede convertirse hasta en un “hobbie” apasionante.
· Alivian el estrés y pueden eliminar la depresión
En muchos casos, una mascota se convierte en un muy buen amigo del que la cuida, y, a su manera, llega a actuar hasta de “confidente”. Es por esto que, si bien suele ser más gratificante contar con una persona física para comunicarle nuestros pensamientos, una mascota puede obrar milagros en cuanto a recuperación del ánimo.
· Dan mayor sensación de seguridad
Especialmente si el dueño vive solo en casa, una mascota suele contribuir a formar un ambiente más seguro y hace que nos podamos relajar un poco más.