El parque además de ser un centro de distracción y recreo de nuestros peques también ayuda para el desarrollo evolutivo de los niños.
Hoy quiero compartiros con ustedes algunas de las curiosidades que nos comentaron en un encuentro de bloggeras en Ikea #ikeaYLosNiños y algunas curiosidades del post ‘El niño necesita ir al parque’ además de algo de investigación propia
- Columpiarse ayuda a los niños a pensar de forma creativa y a resolver problemas. Además entrenará su equilibrio y mejorará su desarrollo psicomotriz.
- Las pelotas enseñan a los niños a entender que repitiendo se consigue aprender. Benefician el pensamiento del niño, al observar a los objetos desplazarse, empezando a establecer relaciones espaciales.
- Los túneles enseñan a los niños a controlar espacio y tiempo. También favorecen el movimiento del gateo.
- Si los niños juegan a dar vueltas aprenden mejor a leer y escribir.
- El meter piedrecitas o arena en cubos con el uso de rastrillos y palas le ayudan a desarrollar la coordinación y la motricidad.
- El jugar en el parque facilita la socialización de los peques. Aunque cuando son muy pequeños no tienen esa necesidad de socializar con otros niños, los bebés entre los 15 y los 18 meses aparece el juego en paralelo, es decir que no juegan con otros niños, pero si quieren jugar cerca de otros niños y se imitan.
También el ejercicio físico mientras disfruta, que le ayuda para su desarrollo y destrezas motrices y para los días de sol, maravillosa vitamina D tan necesaria para su hacer crecer su cuerpecito.
Finalmente el jugar y ensuciarse les hace sentirse libres y felices y como dice una amiga, la cantidad de diversión en el parque se mide por la cantidad de arena en los zapatos