-La religión de los árboles-
Ringo Discos 2012
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En escena son cuatro. El baterista parece estar siempre en cuero aunque tenga remera, el que hace los arreglos de guitarra está compenetrado y mira todo el tiempo sus manos, el cantante es particularmente inclasificable y el bajista es el más joven de la banda y cambia de peinado cada dos por tres. Todos parecen tímidos.
Acaban de sacar su tercer disco, llamado La religión de los árboles. Suena como suenan en vivo. “Un relojito”, dijo alguien, pero la comparación se queda corta, porque los relojes son cosas que golpean del mismo modo todo el tiempo, hasta apagarse, y nos señalan las horas y nos sometemos a eso.
El nuevo disco de Benigno Lunar es un reloj que habla de otro tiempo y de otro espacio, y al mismo tiempo habla de este tiempo y este espacio. Lo que sea que eso signifique.
Las canciones de Benigno Lunar están repletas de astronautas, pilotos, gente que sueña cosas raras, experiencias surrealistas, enamorados, viajeros y buceadores.
Así como el conjunto de canciones nos va encantando y envolviendo poco a poco, comprendemos que quien habla en las letras de Benigno Lunar es una especie de astronauta-buzo que mira todo de lejos, pero no como un gran soberano o como un príncipe viejo, sino como un hombre-niño que puede sumergirse y mirar de otro modo desde adentro del agua, escuchar de otro modo al contemplar los árboles, nadar entre los malestares y síntomas de la época recordándonos que el tiempo pasa pero que queremos escuchar otra vez esa canción, balbucear y gritar a nuestro propio ritmo.
Indie Hoy
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