Revista Coaching

Benjamin Franklin y Dwight D. Eisenhower ¿los gurús de la productividad personal del siglo XXI?

Por Jofoba @jordifortunybad

Si el time is money, debes saber que 41 minutos al día son los minutos que puedes ganar si desarrollas tu productividad con GTD. Esto es al menos lo que he visto que se dice.

Desconozco como se llega exactamente a esta cifra. Supongo que, como todas estas cosas, se hace con estimaciones basadas en encuestas a las personas usuarias. Sea como sea, no la voy a cuestionar. Podría ser.

Lo que me ha hecho reflexionar ha sido constatar como el «poder disponer de más tiempo» sigue siendo una de las golosinas más apetitosas que te puedan ofrecer.

La razón es que el tiempo tiene mucho glamur. Time is money decía Benjamin Franklin hace unos siglos. Y aquí nos hemos quedado.

Si realmente el problema es el tiempo, tienes que saber que hay muchas maneras de «tener más». Hazte una especie de auditoria interna y estoy convencido de que vas a encontrar muchos puntos de mejora para obtener más tiempo. Tiempo como tal. Entendido como minutos y segundos.

Algunos ejemplos: ¿lees lo más rápido que puedes leer?, ¿tecleas lo más rápido que puedes teclear?, ¿tu archivo está suficientemente optimizado para encontrar lo que sea en segundos?, ¿conoces suficientemente el programa que estás utilizando?, ¿conoces los atajos de teclado?

Esta pequeña lista es solo un ejemplo de lo que sería la punta del iceberg de todo lo que puedes hacer para ganar en eficiencia. Es decir, hacer lo máximo con el mínimo de tiempo.

Trabajando estas cosas, te aseguro que «vas a ganar» mucho tiempo. Puede ser que incluso hasta mucho más de 41 minutos.

Probablemente, hayas pensado que sí, que efectivamente podrías hacer algo al respecto de todo eso. Y yo te digo: ¡sí, hazlo, ya estás tardando!

Pero, igualmente, me temo que esta no es la solución que en realidad estás buscando.

Cuando te imaginas siendo una persona productiva, la mayoría de las veces no lo haces suponiendo que esto es ser una persona que lee rápido, ni que teclea rápido, ni que saca el máximo provecho de las posibilidades que ofrece la tecnología.

Seguramente te imaginas siendo una persona que cada día se acuesta segura de que ha hecho todo lo que tenía que hacer, y, además, lo ha hecho sin estrés.

Es así ¿verdad?

Porque la cosa no va tiempo únicamente.

Por poner un ejemplo, estás contestando muy eficientemente a un determinado correo electrónico. Pero, cuando estás escribiendo tan diligentemente este correo, está quedando otra cosa por hacer. ¿Tienes la seguridad de que este correo va antes que otra cosa que también tienes que hacer? Ayayay.

Así pues, ¿la productividad personal tiene que ver con priorizar?

Sí, también. Pero, otra vez, probablemente no tal y como te lo imaginas. En esto, el mundo también ha cambiado.

Ya no estamos en 1954 cuando Dwight D. Eisenhower postuló la base de la matriz de lo importante y lo urgente.

Aquella de los cuatro cuadrantes, seguro que te suena, si no, búscala en internet.

Todos nos hemos quedado prendados por su sencillez. Y se sigue poniendo sobre la mesa continuamente. Es muy fácil leer de ella que es «una efectiva herramienta para la gestión de prioridades».

Queda superguay explicarla; sin embargo, es un infierno usarla.

¿Cuánto te aguantan las cosas con la teórica prioridad que les asignas? Exacto, los cinco minutos que pasan entre que les asignas la prioridad y te entra un Teams de tu jefe con un cambio de planes. Para que estuviera siempre actualizada nos tendríamos que pasar todo el santo día moviendo las cosas de cuadrante. No hace falta explicar mucho más para entender el porqué no funciona.

Así que, de la misma manera que la tesis de Benjamin Franklin sobre que el «time is money» ya no es válida el tipo de trabajo que hacemos la mayoría de las personas. Tampoco lo es la herramienta propuesta por Dwight D. Eisenhower.

Necesitamos avanzar ya de una vez. Y cambiar la manera en la que procesamos nuestro trabajo y nuestro mundo.

Las evidencias están sobre la mesa. Pero la reticencia a abandonar «lo de toda la vida» sigue estando demasiado presente.

Muchas personas siguen buscando solo una píldora de conocimiento sencillita, llena de tópicos y, tope resultona, para solucionar uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos en nuestra era: ser personas productivas cuando el tiempo, lo importante y lo urgente ya no son lo que eran.

Si eres de estas personas, paradójicamente, aquí sí que el time is money, y te aseguro que con esta actitud lo estarás tirando. Doblemente. Tu tiempo y tu money.

La entrada Benjamin Franklin y Dwight D. Eisenhower ¿los gurús de la productividad personal del siglo XXI? se publicó primero en Efectivitat.


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas