Llevábamos 3 meses, casi, sin hacer ninguna escapada de fin de semana. La verdad es que de una temporada a esta parte se habían complicado bastante las cosas en casa y no habíamos podido salir. Así que he de reconocer que teníamos unas ganas terribles de hacer algún pequeño viaje en familia para relajarnos y desconectar un poco. Así que nos vino genial poder escaparnos a primeros de marzo a conocer Berga Resort - The Mountain & Wellness Center.
Berga Resort es un camping de montaña de 1ª categoría. Está situado en la localidad de Berga, en el Pirineo de Barcelona, lo que lo hace perfecto para ir a visitar la nieve en invierno, cosa que nosotros no pensábamos perdernos. ;) El camping, de hecho, está abierto durante todo el año. Disponen de parcelas de diversos tamaños para poner tu tienda, caravana o la auto. Tienen unas que incluso poseen su baño individual en cada parcela. Pero también, para los que queráis disfrutar de sus fantásticas instalaciones de una manera más cómoda, disponen de diferentes tipos de bungalows con capacidad para alojar hasta 6 personas. Zona de juegos infantiles, piscinas de verano y climatizadas, mini club con parque de bolas, club para adolescentes, bar-restaurante, pistas deportivas, gimnasio, spa... Todo esto, junto a las actividades programadas, hacen de Berga Resort un lugar fantástico para disfrutar en familia. Así que ya os podéis imaginar la ilusión que nos hizo recibir una invitación desde la dirección del Resort para que fuésemos a conocerles.
Los que conocemos un poco el mundo de los campings, ya lo sabemos, pero para aquellos que aun no, tenéis que saber que los campings tienen diferentes categorías basadas en las instalaciones y servicios que ofrecen. Y, al igual que suele pasar con los hoteles, a mayor categoría más servicios, mejores instalaciones y también mayor precio. Así que barato, lo que se dice barato, no es. Pero yo creo que para las instalaciones que tiene está muy bien.
Ellos contactaron con nosotros a primeros de año, pero como os decía al principio estaban siendo unas semanas muy complicadas y no podíamos salir. Además, está a unas 5h. y media de El Campello, así que había que buscar una buena fecha para poder aprovechar bien nuestra estancia. Yo tenía muy claro que quería ver la nieve ya que es algo que me encanta y de lo que habitualmente no podemos disfrutar en la Costa Blanca. César todavía no había estado en la nieve de forma consciente y sabía que para él sería una experiencia maravillosa. Total, que barajando las posibilidades que teníamos al final la fecha elegida sería el primer fin de semana de marzo. Llegué a pensar que igual ya era muy tarde y no podríamos ver un manto blanco, pero casualmente una ola de frío la semana anterior nos ayudó en nuestro propósito. :)
Llegó el viernes por la tarde y con la furgoneta cargada de ropa, comida y muchas ganas e ilusión, pusimos rumbo a Berga. Un trayecto tan largo en coche, con tres niños, cara a la noche... a priori pensábamos que igual se haría largo. Hay veces que tenemos que hacer muchas paradas, que los peques se ponen más nerviosos... Pero que va. Todo lo contrario. Fue un trayecto buenísimo y ¡¡sin videojuegos ni pelis!! De echo creo que eso nos ayudó. Cantamos, pusimos música variada, jugamos, durmieron... A la hora prevista, estábamos en nuestro destino.
Nada más entrar en la que sería nuestra casita durante ese finde todo cambió. El relax que nos había acompañado durante el viaje se transformo en pura emoción. Querían abrir todas las puertas, ver qué había en cada sitio, escogieron y cambiaron de cama ya no se las veces... Nosotros nos alojamos en uno de sus chalets. Los chalets son bungalows de obra pero con los acabados de madera. Tienen 36m2 distribuidos en un salón-cocina amplio, un baño con ducha, dos habitaciones bastante pequeñitas y un altillo al que se accede por una escalera desde el salón. Yo perdí la cuenta de las veces que subieron y bajaron los dos mayores por esa escalera. Este bungalow también tiene una pequeña parcela delante con una mesa con banco como las que hay en las zonas de picnic.
La verdad es que el chalet me gustó bastante. Sobretodo porque le daban la mayor parte del espacio al salón y eso cuando vas con niños es importante. Podía sacar la manta de picnic y ponerla en el suelo y que jugasen allí. Una mesa grande con dos bancos, sofá, tele, cocina, microondas, cafetera italiana y... ¡una tostadora! Perdonad que me emocione, pero normalmente no hay tostadoras en casi ningún alojamiento y yo soy de tostadas para desayunar. Para que os hagáis una idea, me había llevado la mía de casa. Siempre que vamos de apartamento, bungalow o algo así me la llevo. Que ya se que puedo tostar el pan en una sartén y lo hago cuando no hay tostadora, pero qué queréis que os diga... Manías que tiene una cuando sale de casa.
Como os decía, el salón era bastante grande. La pega de eso es que resta el espacio para lo demás y los dormitorios quedan muy pequeñitos. Pero bueno, como sólo los usábamos para dormir... ;) Uno de los dormitorios tenía dos camas y el otro una litera. En las camas se dormía perfectamente bien, eran cómodas, pero las literas no tanto. Os lo digo porque dormí en las dos y se notaba la diferencia. Pero bueno, es algo que podrán solucionar fácilmente con un nuevo colchón.
El altillo era otra zona del chalet que estaba genial. Es muy grande ya que coge la superficie de los dos dormitorios y el baño, pero hay que tener cuidado con la altura para no darnos la cabeza en un descuido. Es de madera y tiene dos camas a modo de futón y una mesita. A mi, de pequeña, también me hubiese encantado. Cuando veía a Carla subiendo y bajando todo el tiempo me trasladaba a mi infancia. Se lo estaba pasando bomba. He de reconocer que yo, a su edad, habría hecho lo mismo que ella. Eso sí, en mi opinión el altillo es para niños a partir de 6 años o así. La escalera para subir es de mano y arriba hay una barandilla pero ya sabemos que los niños cuando juegan... Yo a César (que tiene 3) no le dejé subir a jugar y a la hora de dormir, tanto él como Carla, durmieron abajo. Los dos se levantan aun por las noches y prefería tenerlos en la habitación.
Otra cosa que tenéis que tener en cuenta es que, aunque el chalet es de obra, la distribución interior está construida con madera, incluido el altillo. Queda muy chulo, cálido y acogedor. A mi me encanta la madera para las cabañas. Pero los altillos de madera tienen una pequeña, que se nota sobre todo cuando vas con niños, y es que cuando suben y bajan la escalera o están jugando (o saltando) en el altillo, pues retumba y se oye mucho. Lo bueno es que te enterarás rápidamente de cuando se han despertado. ;) Ahora, eso sí, a los vecinos no se les oía nada de nada. Como cada chalet es independiente, están lo suficientemente separados uno del otro y no se oía nada más que lo que pasa dentro de tu propia casita.
Cuando nos instalamos y conseguimos que se relajasen un poco, cenamos y nos fuimos todos a dormir. Nos esperaba un fin de semana de relax y aventuras.
A la mañana siguiente, después de desayunar, nos fuimos en busca de la nieve. A pocos kilómetros de Berga está Rasos de Peguera y allí seguro que encontraríamos un montón de nieve. Y eso debió pensar todo el mundo, porque había un montón de gente jugando con la nieve. Nosotros lo pasamos bomba haciendo guerras de bolas, muñecos de nieve, tirándonos con el trineo (bueno, con la pala del decathlon que nos iba genial)... También intenté hacer un ángel de nieve, pero lo que salió fue... Bueno, no se ni como definirlo. En fin. Pero que conste que es mucho más difícil de lo que parece en las películas. Jejeje
Cuando nos cansamos de jugar y dado que nuestros estómagos comenzaban a quejarse (que ya eran más de las dos de la tarde) nos fuimos de vuelta a Berga. Ya en el bungalow, nos preparamos algo de comer para reponer fuerzas. Nuestra intención era comer y bajar a los peques al taller que había programado pero al final llegamos tarde. Os cuento como funciona: El mini-club está abierto todos los días de pero ademas, los sábados por la tarde de 15:00 a 16:30h. (hora genial para la siesta) preparan una actividad. Todos los niños, a partir de 3 años, puedes participar en la actividad. Hay que llevarlos y apuntarlos en los primeros 30 minutos. Una vez pasado ese tiempo ya se cierra la puerta y ya no puedes apuntarlos. Los peques no pueden salir de allí hasta que tu vayas a recogerlos. Apuntan tu número de teléfono por si ocurre algo y te tienen que avisar. Como la tarde del sábado no pudieron ir al miniclub, al final fueron el domingo por la mañana, que hacían las actividades de 11:30 a 13:00h. Los dos pequeños lo pasaron genial haciendo unas marionetas de mariposa con los rollos de cartón del papel del vater, cartulina y unos palitos de polo. :) El mayor ya no tanto. A sus once años ya le aburren un poco este tipo de actividades y no suele querer participar.
El resto del tiempo en el mini-club el juego es libre. Hay algunos juguetes de construcciones, puzzles, cuentos, pinturas, dibujos, una pared de pizarra... Y un enorme parque de bolas de 3 alturas. Está separado en dos zonas. Una muy pequeñita para los más chiqitines y otra para todas las edades. Y digo para todas porque se permite que los padres que quieran estén dentro controlando a los peques y/o ayudandoles si lo necesitan (y jugando también, para que nos vamos a engañar. Pues no moló ni nada salvar los obstáculos y llegar hasta arriba del todo para tirarme con César por el Gran Tobogán. Jejejejejeje) . Hasta los 4 años es obligatorio que un adulto entre con los pequeños. A partir de los 5 ya pueden quedarse solos en el miniclub. Al dejarlos allí les abren una ficha con sus datos y tu teléfono de contacto para avisarte y como te dije antes, no pueden salir hasta que vayas tu a por ellos.
Como en el camping tienen un gimnasio muy chulo, el spa, la piscina climatizada y demás, me comentaban las monitoras que muchas veces los mayores aprovechan que los peques quieren estar en el mini-club para ir un rato a hacer algo de deporte. También hacen fiestas de cumpleaños (tienen una sala en el piso de arriba donde les dan la merienda y demás) así que es probable que te encuentres con alguno. A nosotros nos pasó, una de las tardes había un cumple de niños bastante mayores y alguno se desmadraba un poco. Ahora mismo había 2 o 3 monitoras allí, pero me imagino que en Semana Santa y verano habrá más. El personal me comentó que en Semana Santa y en verano el camping suele estar al completo. Me dijeron que entonces se programan más actividades tanto para peques como para mayores. Aun así, yo creo que el miniclub puede llegar a estar demasiado lleno de peques con lo que eso conlleva. Pero ahora mismo se estaba genial. :)
El acceso al parque de bolas y al miniclub es de pago. Tan sólo se incluye, a los alojados en el camping, el acceso al miniclub en los horarios de los talleres (sábados de 15:30 a 17:00h y domingos de 11:30 a 13:00h). El Spa también es de pago. El gimnasio y la piscina climatizada sí son gratuitos para los alojados en el camping. Tienen una promoción para la gente que se aloja el fin de semana en alguno de los bungalows en la que sí se incluye el acceso al parque de bolas, creo. Lo mejor es que si estáis interesados preguntéis bien qué entra en la reserva que estáis haciendo llamando al 93 821 12 50.
Os decía que se nos había hecho tarde para ir al taller del miniclub, así que los peques estuvieron jugando por ahí hasta que acabó el taller y ya podían acceder al miniclub a jugar de forma libre. Mientras yo aproveché para hacer algo que me hacía muchísima ilusión: ¡Conocer a Batmami! Pues sí, resulta que la casualidad hizo que coincidiésemos allí ese fin de semana y aunque cada una íbamos a nuestro aire, pudimos encontrar nuestros ratitos para ponernos cara al fin, charlar un poco y echarnos unas buenas risas. Fue un auténtico placer conocerte :)
Los peques no querían salir de allí, pero ya se acercaba la hora de preparar algo de cenar. Y más aún si queríamos ir al "cine". Los sábados por la noche y los domingos a medio día ponen alguna película infantil o familiar en una de sus salas. No son salas de cine con butacas, no os vaya a confundir. Los sábados se usa una de las salas polivalentes en la que ponen unas sillas y la proyectan la peli en una de las paredes. Y los domingos a medio día se pone la película en la televisión que hay en el salón social. Donde está el miniclub y el acceso a la piscina y el gimnasio. Nosotros, esa noche, vimos Tintín y el secreto del Unicornio.
A la mañana siguiente nos levantamos sin prisa, relajadamente. La de tiempo que hacía que yo no desconectaba el despertador. Aún así madrugué un poco. Si es que el cuerpo se acostumbra y luego no hay manera. Jejejeje Salí a la puerta y había una paz... Mientras observaba las montañas, sólo los cantos de pájaros mañaneros rompían el silencio. Recuerdo que pensé en cuanto le gustaría a mi madre un lugar así.
Al poco rato ya se fue despertando el resto. Desayunamos, nos vestimos y nos bajamos al miniclub. Esa mañana no nos íbamos a perder los talleres. Los dejamos allí a los tres, haciendo marionetas de mariposa y los mayores nos fuimos a dar un paseo por el camping. Entonces pudimos apreciar realmente lo grande que es. Había montones de caravanas y módulos en los que se notaba que viven allí o que al menos tienen alquilada la parcela de forma permanente para ir cada vez que puedan. En la parte más alta había muchas parcelas que parecían que habían sido construido recientemente. Tenían incluso un aseo en cada parcela. Otra zona enorme, anexa, estaba en construcción. Luego me comentaron que estaban ampliando el Resort con más bungalows para alquilar y más parcelas.
Encontramos el módulo con los fregaderos, la lavandería, los baños... Estaba todo muy limpio y daba la sensación de ser bastante nuevo. Los baños estaban muy bien. Las cabinas de las duchas eran independientes, cada una con su puerta. Y encontré algo que hasta ahora nunca había visto en los otros campings en los que había estado. En el baño de las mujeres (en el de hombres evidentemente no entré) había un par de cabinas independientes con bidet.
También vi que tenían bañeras para bebés. Esta es una gran idea y un fantástico servicio, al menos en mi opinión, que tampoco he visto en casi ningún sitio. Este verano sí lo vi en alguno de los campings municipales de Francia. Pero imagino que poco a poco se irá introduciendo en todos. Lo que me chocó fue el lugar en el que estaban las bañeras de los bebés. En lugar de estar en los baños, que era donde me esperaba encontrarlas, estaban en la lavandería. En una habitación bastante grande, una pared estaba ocupada por dos secadoras y dos lavadoras y la otra tenía tres grandes bañeras. Yo no había caído en eso, pero todos los campistas sabemos que los baños de los campings suelen ser lugares fríos y en la lavandería se estaba muy calentito.
Fuimos a recoger a los peques del miniclub y a comer. Ya era la una y a las dos y media teníamos reserva en el Spa. El Berga Resort tiene un Spa con una pequeña piscina climatizada con jacuzzi, camas de agua y chorros. Además hay sauna, baño turco, templo de duchas, sanarium, pila de inmersión, camino de sensaciones, fuente de hielo y hamacas termicas. Dentro del spa hay indicaciones para realizar un circuito de aguas guiado, pero tu puedes hacerlo como quieras. Como quieren mantener el Spa como un entorno de relax, tranquilidad y paz, la entrada se permite a los mayores de 16 años a cualquier hora entre las 9 y las 21h. Pero como saben que a las familias con peques también nos gustan los Spa, entre las 14:30 y las 16:00h. pueden entrar acompañados los niños y niñas de entre 5 y 15 años. ¡Y a un precio reducido! El precio del spa es de 22€ por persona, pero en ese rato cuesta 9€. Los menores de 5 años no pueden acceder al spa, pero sí a la piscina climatizada que está al lado. Cuando accedes al spa te ponen una pulsera para identificarte y te dan una toalla por persona. Encima del spa están los vestuarios para cambiarte. Lo único que no me gustó del spa fue que en los vestuarios las duchas eran comunes, no de cabina individual. Yo prefiero siempre las cabinas individuales para ducharme. Y además me llamó mucho la atención porque, como os he dicho antes, en los otros módulos todas eran individuales. La verdad es que disfrutamos mucho ese rato de Spa y piscina. Y encima Carla nos dio la sorpresa de soltarse a nadar sola. Tragó un montón de agua la pobre y nada a lo perrito aun, pero nunca olvidaré ese momento de... "Mamá, creo que ya soy mayor y quiero que me sueltes. Quiero aprender a nadar solita." :)
Habíamos estado en la piscina, en el spa, jugado en los columpios, en el parque de bolas, dado paseos, hecho marionetas en los talleres.... y aún eran las cinco y pico. ¡Teníamos toda la tarde por delante! Así que decidimos que era hora de coger el coche e irnos a visitar algo más. Cerca del Resort y de la localidad de Berga, en lo alto de una montaña, está el Santuario de Nuestra Señora de Queralt. El día de antes había visto una foto con unas preciosas vistas que Amor de Batmami había subido a las redes sociales y pensé que no podíamos marcharnos de allí sin verlas con mis propios ojos.
No tardamos demasiado en llegar, guiados por el GPS. Las vistas desde el mirador que había en el parking eran muy chulas. La pena fue que el santuario ya estaba cerrado y el ascensor que te subía arriba también. Hubiera sido divertido usarlo. Aun así decidí que tenía que subir a verlo, que andando también se podía. Los más peques se habían quedado dormidos, así que papá se quedó con ellos en el coche. El resto nos abrigamos todo lo que pudimos, que hacía un frío que tela allí arriba, y comenzamos a subir. Desde la plaza en la que estaba el satuario las vistas eran aun más espectaculares pero ya que estábamos allí teníamos que llegar hasta la Iglesia de la Roca, el punto en el que la leyenda dice que fue encontrada la imagen de la Mare de Deu de Queralt que allí se venera. He de reconocer que fue cansado ya que la pendiente es importante, pero también fue muy, muy divertido. :)
De vuelta al camping, aparcamos en nuestra parcelita y volvimos a bajar a jugar al miniclub. Si es que querían aprovecharlo al máximo. Jejeje Y más ahora que al ser domingo por la tarde ya había muy poquitos niños. La mayoría de la gente se había ido ya para casa pero nosotros nos quedábamos una noche más. A la mañana siguiente desayunamos, recogimos todo y pusimos rumbo a casa no sin antes despedirnos del personal del Resort. Fue un finde fantástico en el que lo pasamos genial y en un lugar al que me encantaría volver. ¡Muchas gracias por todo! :)
¿Qué os han parecido este Resort? ¿Habéis estado allí? ¿Conocéis más campings de este tipo? ¿Me recomiendas algún otro? Puedes dejarme un comentario más abajo contándome lo que quieras que yo te responderé. No olvides que los blogs se alimentan de vuestros comentarios. ;)
Más información: www.bergaresort.com
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