Llevo ya unos días pensando en la buena campaña que han hecho Médicos sin fronteras en las farmacias. Han puesto en los mostradores una caja llamativa (roja) que pone Pastillas contra el dolor ajeno. No puedes evitar leer ese rótulo, porque por los ojos se te meten las palabras pastillas, dolor y ajeno, y es difícil, al principio, saber exactamente de qué se trata. Luego ya caes y, claro, compras una caja de esos caramelos de menta que no están nada mal (me han ayudado en el último resfriado) son baratos y, coñis, imagino que servirán de algo.
Buscando material para hoy, me he tropezado con este anuncio y no me puedo resistir a ponerlo. Por muchos motivos, lo traigo hoy por aquí. Feliz puente a todos. Abrazos y besos.