Nuestros amigos de HolaBerlin nos hablan de la capital Alemania, de todo lo que ofrece y de sus muchos contrastes.
Cuando llegas a esta ciudad, dependiendo de si lo haces en tren o en avión, puede sorprenderte lo pequeño y transitorio de sus aeropuertos Tegel y Schönefeld (el 3 de junio de 2012 cierran ambos para dar lugar al nuevo gran aeropuerto Berlin-Brandenburg), o la magnificencia de su nueva estación de trenes (Hauptbahnhof).
Lo cierto es que atravesando la ciudad de este a oeste y viceversa, Berlín es rica en contrastes, edificios modernísimos y otros aún sin restaurar, proyectos provisorios y pequeños bosquecitos naturales allí donde antes seguramente había edificios.
Todo depende de lo que vengas a buscar. Si buscas óperas, ballet, música, teatro, los encontrarás. Si buscas huellas de la desaparecida monarquía prusiana, el esplendoroso pasado de Berlín como capital del Imperio Alemán hasta 1918, quizás te cueste un poco más, pero también lo verás. . . Si buscas la Berlín dividida, el antes y el después del Muro, los okupas, los grafitis, allí están todavía, resistiendo el embate de los inversores inmobiliarios que con su gran brocha todo lo dejan blanco y limpio.
La historia está presente en cada esquina de esta ciudad. El futuro también se está escribiendo a cada minuto, a toda prisa en esta ciudad.
Todo está, pero en tres días y tres noches, en una ciudad a la que le gusta esconderse, a los visitantes se les hace difícil encontrarlo.
Berlín es una ciudad muy amplia. En el espacio ocupa casi 900 kilómetros cuadrados, un espacio donde no puede hablarse de un único centro donde esté todo cerca. Aquí es necesario aprender a usar el metro o los autobuses si se quiere ver algo más que los alrededores de Unter den Linden.
Por eso será indispensable informarse antes de venir, contar con una guía impresa y mapas o contratar al menos un recorrido guiado donde se explique todo, pasando por los principales monumentos y sitios históricos de Berlín, repasando las grandes épocas de Berlín, así como las más oscuras: Prusia, guerras, Guerra fría y el Muro, y donde también den consejos sobre cómo aprovechar el tiempo y movernos en la ciudad. Y si ya has descubierto las zonas esenciales de la ciudad, el Berlín histórico por tu cuenta puedes, por ejemplo, contratar algunos de los interesantes recorridos alternativos o complementarios en español que se ofrecen en Berlín. Recorridos por el antiguo barrio Judío, o los barrios con más contraste e historia o descubrir el Berlín más decadente que jamás existió: el de los dorados años 20.Y para recorrer Berlín como un berlinés de verdad, nada mejor que los paseos en bicicleta.
Un guía que te lleve de su mano por la ciudad ofrece muchas ventajas. Comparte su experiencia personal como habitante de la ciudad, te da consejos acerca de qué zonas son las que hay que ver según lo que te interese conocer, te ayuda a entender cómo funciona el transporte, y sobre todo el cómo y el porqué de todo lo que en una ciudad nueva uno encuentra tan diferente.
Y por supuesto, un buen guía te recomendará dónde probar alguna de las más de 5000 cervezas alemanas y la mejor cocina regional, cuya oferta va más allá de las famosas salchichas.