Revista Opinión

Berlusconi, el Bunga-bunga y la viagra

Publicado el 23 enero 2011 por Rgalmazan @RGAlmazan

El mundo está como está y, tristemente, no mejora. Crisis galopante, la clase media bajando un escalón en el primer mundo, sigue la miseria en el Tercer Mundo y se sigue jugando a las guerras en escenarios previamente elegidos para practicar y mantener ejércitos y presupuestos de armamento que no tendrían razón de ser, en tiempos de paz.

Todo eso es el mundo, pero en ninguna parte del planeta se vive con tanta intensidad una realidad que parece ficción, como en Italia. Italia, hoy es un verdadero “reality show”, donde el productor, director y actor principal tiene un nombre: Silvio Berlusconi.

Este tipo, sin duda, ha perdido la razón. Hoy, no se cree un presidente elegido democráticamente, piensa ser un Emperador romano, un Nerón. Y como tal actúa.

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Es triste y lamentable --pero mejor que nada-- que Il Cavaliere vaya a caer del trono y no sea por su hacer político, cuyo objetivo ha sido beneficiarse personalmente, él y sus empresas, de su posición prominente. Ha hecho y deshecho siempre pensando en él y en la red socio-política mafiosa que ha montado. Ha elaborado leyes a la medida que le fueran salvando de sus manejos turbios con sus empresas. Ha mantenido una guerra constante con el parlamento y con los jueces, porque su megalomanía le hace verse como un dios y un dios no entiende de la división de poderes. Sin embargo, su caída, que no tengo la menor duda de que se va a producir, va a venir por cuestiones ajenas a la política que ha ejercido, pero sí que tiene que ver con su condición de dios del Imperio. Le va a venir por cuestiones de entrepierna.

Berlusconi, no sólo es un viejo verde de la peor calaña, además, ha mantenido relaciones sexuales con menores. A pesar de que alguna de ellas lo haya desmentido después de haberlo declarado. Y es que nadie duda de que Il Cavaliere ha vuelto a pagar, primero por gozar con ella y después para que lo desmintiera.

Lo grave no es que tuviera orgías que respondían al nombre de guerra: Bunga-bunga –no me dirán ustedes que no sería de coña la cosa, si no fuera por la gravedad del tema—, lo grave es que lo ha hecho invitando a menores y aprovechándose de ser quién es, o sea de ser Presidente de Gobierno de Italia.

Ahora, hasta a sus colaboradores les cuesta defenderle y le excusan y propician la tesis de que lo que le lleva a cometer sus aventuras sexuales es la soledad manifiesta de un anciano de 74 años.

El caso instruido por Ilda Bocassini, una fiscal muy prestigiosa, le ha puesto en el disparadero y hace ver cómo se valía para conseguir a las muchachas –tenía un trío de proxenetas que le cumplían la misión de encontrarle a las jóvenes--, incluso comprando a su familia, que sin escrúpulos animaban a las muchachas a acudir a las fiestas y dejarse hacer. En unos meses del año pasado gastó 2,5 millones de euros en estas fiestas bunga-bunga,

Entre las muchachas, de varias nacionalidades, hay un denominador común, todas eran guapas, pobres y como mínimo contaban con cincuenta años menos que D. Silvio. Y entre otras prebendas, además del dinero ofrecido a estas jóvenes, también les ofrecía trabajar en alguna de sus televisiones y el permiso de residencia a las que eran extranjeras. Precisamente él, cuya ley de inmigración, aprobada por su gobierno, es de las más duras de Europa.

Hoy, el Presidente tiene en su contra a la mitad del parlamento, al presidente de la República, a la mayoría de la Judicatura, a toda la prensa, que no es de su propiedad, y al Vaticano. Parece cuestión de tiempo, pero casi nadie cree que pueda aguantar demasiado.

Se dice, se rumorea, se comenta –así lo ha relatado una de las muchachas— que al grito de “bunga bunga” las llamaba a su habitación cada cinco minutos para culminar el acto. Lo que nadie ha dicho es cuánto de esos 2,5 millones, que se ha gastado Il Cavaliere, ha sido en botica. Concretamente en Viagra. Por cierto, que las malas lenguas dicen que tiene acciones de la farmacéutica que fabrica las famosas pastillas estimulantes. ¿Será envidia?

Salud y República


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